El embajador de Israel en las Naciones Unidas, Danny Danon, criticó severamente al relator especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la «situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado».
«Mr. Lynk está explotando su posición para difundir la incitación de odio contra el Estado de Israel y está actuando como un activista de BDS bajo los auspicios de la ONU», dijo el Embajador Danon. «El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha perdido su legitimidad ya que se enfoca obsesivamente en atacar a Israel en lugar de trabajar en la resolución de los problemas reales de derechos humanos que afectan al mundo. El Consejo ha perdido todo contacto con la realidad y la intención original sobre la cual fue fundada».
Durante una conferencia de prensa en la ONU, el Relator Especial pidió sanciones a Israel diciendo que «Israel es muy dependiente del comercio con el mundo exterior … Si hubiera un entendimiento de que los israelíes quieran viajar al exterior necesitarán visas, si se llegara a un acuerdo para que Israel obtenga acuerdos de comercio preferencial con la UE, si de repente, las muchas y múltiples formas de cooperación militar, económica o académica con Israel se dan por concluidas… Creo que comenzaría a ver un cambio radical en la actitud de los israelíes comunes y el gobierno israelí. Pero eso tiene que suceder. Cada viaje de mil millas comienza con un solo paso. Este podría ser el primer paso que debemos comenzar».
En sus comentarios, el Relator Especial también afirmó que «Gaza sigue ocupada» y que el movimiento BDS es «una forma de expresión libre para que las personas de cualquier lugar protesten contra cualquier empresa o país».
Anteriormente, Yediot Aharonot informó que 130 compañías israelíes y 60 compañías internacionales recibieron cartas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Príncipe Zeid bin Ra’ad Zeid al-Hussein de Jordania, advirtiéndoles que están siendo «incluidas en la lista negra» por «actuar en contra de el derecho internacional y las decisiones de la ONU por la operación o prestación de servicios en Judea, Samaria y Jerusalén».