El principal funcionario de derechos humanos de las Naciones Unidas expresó el martes su decepción por la decisión de Estados Unidos de retirarse del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (UNHRC).
“Noticias decepcionantes, si no realmente sorprendentes”, tuiteó Zeid Ra’ad al-Hussein, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
“Dado el estado de los derechos humanos en el mundo de hoy, EE. UU. debería estar intensificando, no retrocediendo”, agregó.
La embajadora de los EE. UU. en la ONU, Nikki Haley, anunció formalmente el martes que Estados Unidos se está retirando del CDH, al que calificó como “un protector de los violadores de los derechos humanos y un pozo negro de prejuicios políticos”.
Señaló que este año “el CDH aprobó cinco resoluciones contra Israel, más que contra cualquier otro país”.
“Si el Consejo de Derechos Humanos va a atacar a los países que defienden los derechos humanos y atacan a aquellos que abusan de los derechos humanos, entonces Estados Unidos no debería darle credibilidad”, continuó Haley.
“Nos retiramos del CDHU, una organización que no merece su nombre”, dijo Haley.
La administración Trump ha amenazado previamente con retirarse del Consejo de Derechos Humanos por su parcialidad anti-Israel.
En marzo, Haley emitió una declaración después de que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptara cinco resoluciones condenando a Israel mientras adoptaba una sola resolución cada una contra Corea del Norte, Irán y Siria. Esto se ha convertido en un ritual anual, ya que cada marzo, el Consejo reserva solo dos sesiones para debatir las violaciones de los derechos humanos y los abusos en todos los países y otra sesión completa solo para debatir sobre un solo país, Israel.
“Cuando el Consejo de Derechos Humanos trata a Israel peor que a Corea del Norte, Irán y Siria, es el propio Consejo el que es necio e indigno de su nombre”, dijo la embajadora estadounidense.
Haley también condenó al consejo después de que votó para establecer una comisión de investigación para examinar presuntos crímenes de guerra imputados a Israel al enfrentar la violencia islamista en la frontera con Gaza el mes pasado.