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El Consejo de Seguridad de la ONU discutirá este sábado la situación en Venezuela, por primera vez desde que el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, se autoproclamó presidente de ese país.
Con 9 votos a favor, 4 en contra y 2 abstenciones, quedó aprobado el orden del día de la sesión para abordar la crisis en Venezuela.
Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, tomó la palabra al comienzo del debate: «El presidente Nicolás Maduro tiene la responsabilidad de la crisis en Venezuela«, expresó.
Y agregó: «Ahora tenemos un nuevo presidente en Venezuela, Juan Guaidó, que prometió elecciones«.
«El miércoles, el pueblo venezolano eligió recuperar su país«, dijo respecto a la masiva movilización en las calles de todo el país. También pidió que todos los miembros del Consejo «apoyen la transición en Venezuela«.
Muchos oradores hay en la reunión que se desarrolla este sábado, 15 miembros del Consejo más los representantes de Venezuela, Colombia, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Canadá, Bolivia, Paraguay, Cuba, Surinam, Argentina, México, Brasil, Barbados, Chile, Ecuador, Uruguay, Costa Rica, Dominica y El Salvador.
Estados Unidos, que solicitó la reunión, está al frente de los países que respaldan al líder opositor, mientras que Rusia y China encabezan a los defensores de Nicolás Maduro.
La intención de Estados Unidos es utilizar la cita para instar al resto de la comunidad internacional a reconocer a Guaidó como «presidente constitucional interino» de Venezuela, según adelantó este viernes el Departamento de Estado.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, quien representa al país, «haremos un llamamiento para respaldar el Gobierno de transición en su misión de restaurar la democracia y el imperio de la ley», explicó su oficina.
Del lado de Guaidó están también los miembros europeos del Consejo de Seguridad (Francia, el Reino Unido, Bélgica, Alemania y Polonia), aunque estos no han dado por ahora el paso de reconocerle como presidente.
En su lugar, los miembros de la Unión Europea (UE) van a insistir en la necesidad de convocar unas elecciones «creíbles» en Venezuela, según dijo a los periodistas el ministro de Exteriores belga, Didier Reynders.
Los veintiocho Estados trabajaron este viernes en Bruselas en una declaración formal en esa línea, que seguirá la pauta expresada por España o Alemania, favorables a dar un ultimátum a Maduro para que convoque elecciones o, de lo contrario, reconocer a Guaidó.
Los dos miembros latinoamericanos del Consejo de Seguridad, Perú y República Dominicana, han mostrado también su respaldo a Guaidó, respaldando una declaración de apoyo este viernes en la Organización de Estados Americanos (OEA).
También se espera la participación de Colombia en la cita, según dijo su canciller, Carlos Holmes Trujillo, que ha alargado su estancia en Nueva York para intervenir mañana ante el Consejo de Seguridad y reiterar su apuesta por el presidente de la Asamblea Nacional (AN).
Del otro lado, Rusia y China, ambos miembros permanentes del Consejo y con derecho a veto, han dejado ya claro que siguen considerando a Maduro como el presidente legítimo y que se oponen al reconocimiento de Guaidó hecho por Estados Unidos y otros países.
En el pasado, tanto Moscú como Beijing se han opuesto vehementemente a que la crisis venezolana entre en la agenda del Consejo de Seguridad, al considerar que no plantea una amenaza para la paz y la seguridad internacional.
Su postura, con matices, había sido compartida al menos hasta ahora por una mayoría de miembros, lo que había echado por tierra los intentos de Estados Unidos de llevar el asunto ante este órgano.
El viernes, sin embargo, el propio Maduro expresó su satisfacción por la celebración de la reunión de este sábado y aseguró que la intención de su Gobierno era pedir un encuentro, pero Estados Unidos se «adelantó».
«Bienvenido el debate, bienvenido, es lo que queríamos«, dijo Maduro en una rueda de prensa desde la sede del gobierno en Caracas.
A priori, el Ejecutivo venezolano estará representado por el canciller, Jorge Arreaza.
Dada la división dentro del Consejo de Seguridad, no se espera que haya ninguna decisión ni pronunciamiento oficial, sino que los países se limitarán a escuchar un informe de parte de la ONU y a expresar sus posturas sobre la crisis.