Rusia se muestra sorprendida por la decisión de Estados Unidos de retirarse del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, acusando a Washington de “gran cinismo” e “indiferencia” por el organismo mundial.
“Estados Unidos una vez más ha dado un fuerte golpe a su propia reputación de derechos humanos al demostrar su desprecio por la ONU y sus organismos”, dijo la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, en una conferencia de prensa en Moscú.
Ella acusó a los EE. UU. de “negarse obstinadamente a reconocer la existencia de serios problemas de derechos humanos en el país mientras que al mismo tiempo intentaba conformar el consejo por sus propios intereses”.
También criticó a Estados Unidos por “imponer una comprensión estadounidense específica de los derechos humanos en otros países”.
Zakharova dice que la retirada fue “inesperada” para Moscú aunque “ya se estableció un precedente con la UNESCO”, el organismo cultural de la ONU con sede en París que Washington dejó en octubre del año pasado.
“El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha trabajado de manera efectiva sin EE. UU. en el pasado y esperamos que continúe haciéndolo”, agregó.
Funcionarios de Estados Unidos dijeron el martes que la administración había concluido que sus esfuerzos para promover la reforma en el consejo habían fallado y que la retirada era el único paso que podía tomar para demostrar su seriedad. No estaba claro de inmediato si Estados Unidos seguiría siendo un observador sin derecho a voto en el consejo.
Haley había amenazado con retirarse del consejo en junio de 2017 a menos que se reformara, incluso eliminando su mecanismo de procedimiento incorporado para criticar a Israel.
La “campaña implacable y patológica” del consejo contra un estado con un fuerte historial de derechos humanos “no es una burla contra Israel, sino contra el propio Consejo”, dijo en ese momento durante un discurso en Ginebra, horas antes de que se dirigiera a Israel para su primera visita al Estado Judío.
El consejo ha aprobado más resoluciones dirigidas a Israel que contra todas las demás naciones juntas.
Haley había enumerado varias condiciones para que Estados Unidos permanezca en el consejo, incluida la necesidad de abolir el tema 7 (“la situación de los derechos humanos en Palestina y otros territorios árabes ocupados”), que desde su adopción en 2007 ha singularizado a Israel como censura perpetua, una medida que ningún otro país enfrenta en el organismo de la ONU.