La agencia de la ONU para la infancia afirma que la mayoría de los niños pequeños y las mujeres embarazadas de la Franja de Gaza no pueden satisfacer sus necesidades básicas de nutrición.
Solo un goteo de ayuda humanitaria ha entrado en el territorio palestino el 7 de octubre, cuando el ataque mortal de Hamás contra el sur de Israel desencadenó la guerra. Cada día entran menos de 200 camiones de ayuda, menos de la mitad que antes de la guerra, y los grupos de ayuda afirman que los combates dificultan la distribución.
Según una encuesta realizada por UNICEF, el 90% de los niños menores de 2 años comen dos o menos grupos de alimentos al día, principalmente pan o leche. Una cuarta parte de las mujeres embarazadas afirmaron que solo comen de un grupo de alimentos al día.
Funcionarios de la ONU afirmaron anteriormente que uno de cada cuatro habitantes de Gaza sufría niveles de inanición similares a los de la hambruna.
UNICEF afirma que los casos de diarrea entre los niños menores de 5 años han aumentado de 48.000 a 71.000, un indicio de mala nutrición. Normalmente, solo se registran 2.000 casos de diarrea al mes en la Franja de Gaza.
Las autoridades israelíes afirman que hay alimentos suficientes en el territorio y que han tomado las medidas necesarias para permitir la entrada de ayuda, culpando de cualquier escasez a los organismos de la ONU.
Los funcionarios de la ONU afirman que las operaciones de ayuda se ven obstaculizadas por las inspecciones israelíes, así como por los combates y el cierre de carreteras en el territorio, y llevan tiempo pidiendo un alto el fuego humanitario.