Egipto, Marruecos y Jordania acordaron participar en el seminario organizado por los Estados Unidos “Paz para la Prosperidad” en Bahrein a finales de este mes, dijo el martes un portavoz de la Casa Blanca.
El seminario, que tendrá lugar los días 25 y 26 de junio, será la apertura oficial del componente económico del plan de paz de la Administración Trump. Es probable que se centre en las formas de mejorar el bienestar económico de los palestinos e israelíes a través de proyectos regionales financiados por los Estados árabes y los Estados Unidos.
Los palestinos han declarado hasta ahora que no participarán en la conferencia de acuerdo con el boicot que la administración ha anunciado su decisión de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel. Israel aún no ha recibido una invitación oficial, pero ahora que Egipto y Jordania han acordado participar, es probable que reciba una invitación.
Mientras tanto, el Rey Abdullah II de Jordania dijo el martes que el Reino debería participar en conferencias e iniciativas internacionales relacionadas con la cuestión palestina, incluida la cumbre de Bahrein a finales de junio.
Abdullah hizo comentarios durante una reunión con ex ministros del gobierno, periodistas y jefes de asociaciones profesionales presentes en la reunión.
Según varios informes de los medios de comunicación jordanos, Abdullah también declaró que se está ejerciendo menos presión sobre Jordania para que acepte el “acuerdo del siglo” de la Administración Trump para la paz entre Israel y los palestinos, ya que no se esperan progresos significativos en los próximos meses.
El lunes, Israel Hayom informó de que los jordanos estaban furiosos con el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas por su continua negativa a aceptar la ayuda internacional a Cisjordania.
Los funcionarios de Ammán acusaron a Abbas de gestionar mal la crisis económica que afecta a la Autoridad Palestina, lo que representa una insolvencia, un escenario que podría poner en peligro la seguridad y la estabilidad del Reino Hachemita.
Una fuente jordana de alto nivel dijo a Israel Hayom que Abbas había rechazado una vez más el plan propuesto para resolver la crisis económica en la Autoridad Palestina e incluso había prohibido a los funcionarios palestinos reunirse con funcionarios israelíes que trataban de ayudar a Ramallah a resolver la crisis.
Abbas se negó a aceptar estos fondos después de que la ley israelí dedujera los salarios de los terroristas de estos impuestos. Como resultado de la negativa de Abbas a aceptar estos fondos, Ramallah tuvo que reducir los salarios de los empleados del sector público en un 50%. El Primer Ministro palestino Mohammad Steikh advirtió que la Autoridad Palestina no tendría más remedio que morder los salarios pagados a sus fuerzas de seguridad.
Esto último es particularmente preocupante para Jordania, ya que Ammán teme que cualquier disturbio violento resultante del caos económico en Judea y Samaria no se dirija exclusivamente contra Israel y pueda extenderse al Reino.