Cuando el presidente de los Estados Unidos Donald Trump y el primer ministro Benjamin Netanyahu compartieron con el mundo el martes por la noche los detalles del Acuerdo del Siglo, destinado a traer la paz entre los israelíes y los palestinos, se propusieron decirle al liderazgo palestino que el mundo entero se pondrá a su lado para ayudar si aceptan discutir el acuerdo.
Los dos líderes no estaban mintiendo, los embajadores de los Emiratos Árabes Unidos, Omán y Bahrein participaron en el desarrollo del plan de paz de la Casa Blanca. Dando a entender que estos importantes países de Oriente Medio están en el tren, al menos oficialmente.
El embajador Yousef Al Otaiba de los Emiratos Árabes Unidos, el embajador Abdullah bin Rashid Al Khalifa de Bahrein y el embajador Hunaina al-Mughairy de Omán estuvieron en la Sala Este de la Casa Blanca. En la misma sala estaban personas tan notables como Sheldon Adelson y su esposa Miriam. Los Adelson son conocidos partidarios tanto de Trump como de Netanyahu.
Omán, que recientemente sufrió el fallecimiento de su antiguo sultán Qaboos bin Said al-Said, desconfía de la creciente influencia de la República Islámica del Irán, que en los últimos años ha extendido su influencia a Siria y el Yemen, y se esfuerza, supuestamente, por alcanzar una mejor capacidad en materia de misiles balísticos.
Egipto, uno de los países más significativos del mundo árabe, no estaba presente. Tampoco estaba presente ningún dirigente palestino de Judea y Samaria, la Franja de Gaza o la diáspora palestina.
“Este es un acuerdo entre el régimen sionista (Israel) y Estados Unidos. La interacción con los palestinos no está en su agenda. Esto no es un plan de paz, sino un plan de imposición y sanciones”, tuiteó Hesameddin Ashena, asesor del presidente iraní.