El Secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo dijo el miércoles que, si a los árabes palestinos no les gusta el “Acuerdo del Siglo” de la administración Trump, son bienvenidos a presentar una oferta propia.
“El pueblo palestino tiene una enorme oportunidad de una vida mejor para el pueblo palestino. Y observé el liderazgo palestino ayer. Ellos pidieron un día de rabia, y nosotros pedimos que la diplomacia se siente a la mesa y tenga una solución negociada a un conflicto de larga data. Este plan proporciona una seguridad real y refleja la realidad sobre el terreno para los israelíes, y refleja una enorme oportunidad: 50.000 millones de dólares, y los líderes palestinos pidieron un día de rabia”, dijo Pompeo a los periodistas.
Añadió que “estamos verdaderamente seguros de que este es un plan que es bueno para todos, cada israelí y cada palestino. Y son libres de presentarse, ahora tienen una oferta sobre la mesa. Son libres de hacer una contraoferta, si eso es lo que creen que es apropiado. Esperamos con ansias eso. Estamos preparados para escuchar, y sé que los israelíes estarán preparados para sentarse y negociar sobre la base de la visión que el presidente expuso”.
“Este es el plan más detallado jamás presentado”, continuó Pompeo. “Es la primera vez que los israelíes han cedido ante un mapa que realmente establece los contornos reales de cómo será y lo que esto significa, y proporciona un camino claro para un Estado palestino. Esta es una visión real. Esperamos que todas las partes, todo el pueblo palestino tanto en Judea y Samaria como en Gaza lo consideren detenidamente y avancen sobre esta base”.
La Secretaria de Estado rechazó las sugerencias de que el plan de paz estaba muerto a su llegada, señalando que los socios regionales, incluidos los embajadores de Omán, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos, estaban en la sala el martes cuando el presidente Donald Trump reveló el plan.
El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, rechazó inmediatamente el plan de paz de Trump y dijo que sería relegado al “basurero de la historia”.
El plan de paz que Abbas rechazó pedía la creación de un estado palestino con parte de Jerusalén oriental como su capital. La Autoridad Palestina recibiría tierras en el sur de Israel como parte de un intercambio de tierras por áreas a las que Israel aplicaría la soberanía en Judea y Samaria.
Mientras tanto, las protestas contra el acuerdo tuvieron lugar en Ramallah, donde los alborotadores quemaron imágenes de Trump y gritaron que era un “perro”.