Unos 1.000 presos de Hamás en cárceles israelíes anunciaron la posibilidad de iniciar una huelga de hambre debido a sus condiciones de detención, incrementando así las tensiones con las autoridades penitenciarias del país.
Huelga de hambre en protesta por condiciones de detención
Los presos de Hamás han expresado su descontento con las recientes limitaciones en sus condiciones de vida, incluyendo los traslados de varios reclusos. La situación ha empeorado tras la visita del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, a la prisión de Ofer.
Desde que asumió su cargo, Ben Gvir ha abogado por medidas más estrictas contra los presos palestinos, generando tensiones dentro de las cárceles.
La amenaza de la huelga de hambre se percibe como una respuesta directa a estas políticas y podría tener graves repercusiones en el clima político en la región.
Reacciones y políticas de Ben Gvir
Ben Gvir es conocido por sus posturas de línea dura con relación a los presos palestinos condenados por delitos relacionados con el terrorismo. Ha propuesto limitar las libertades dentro de las prisiones y ha sugerido leyes que permitan la pena de muerte para ciertos delitos de terrorismo.
Estas medidas han generado críticas tanto dentro como fuera del gobierno, con opositores acusándolo de centrarse en las relaciones públicas más que en políticas sustanciales.
La amenaza de huelga de hambre es un reflejo de la creciente tensión entre los presos y el gobierno israelí, y plantea preguntas sobre el enfoque de Ben Gvir hacia la gestión penitenciaria.
Hamás realiza pruebas de cohetes en medio de tensiones
En un movimiento que se percibe como un mensaje directo a Jerusalén, Hamás realizó varios lanzamientos de prueba de cohetes de largo alcance hacia el mar en la Franja de Gaza. Estas pruebas son habituales por parte del grupo terrorista.
El portavoz de Hamás, Abdel-Latif al-Qanou, expresó que el grupo está «siguiendo atentamente la situación», culpando al gobierno israelí por la agresión contra los presos y advirtiendo que su batalla podría extenderse fuera de las prisiones.
Este desarrollo añade otra capa de complejidad a la ya tensa situación en la región, y podría tener implicaciones en la estabilidad a largo plazo entre Israel y Hamás.
«Ministro de la pita»: Polémica en políticas penitenciarias
La postura de Ben Gvir ha llevado a algunas políticas controvertidas, como la restricción de los horarios de las duchas y la retirada de los hornos para cocer pitas en las prisiones.
Estas medidas le han valido críticas y el apodo de «ministro de la pita» por parte de la oposición. La situación pone de relieve la delicada naturaleza de la gestión penitenciaria y plantea interrogantes sobre el enfoque del gobierno hacia los derechos y el trato de los prisioneros.