Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, la policía israelí ha detenido a 110 personas sospechosas de incitar a la violencia y ha presentado cargos contra 17 de ellas.
Muchos árabes israelíes celebraron y alabaron los brutales ataques de Hamás que asesinaron a más de 1.400 personas, la gran mayoría de ellas transeúntes inocentes.