Un día después de los violentos disturbios palestinos en el recinto de la mezquita apodada Al Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, durante los cuales la policía israelí detuvo a unos 470 palestinos, al menos 130 de ellos seguían retenidos el sábado, según informan los medios de comunicación en lengua hebrea.
Los que seguían capturados no eran menores de edad y tenían algunos antecedentes penales, según los informes.
El sábado por la noche debían comparecer ante un tribunal para prorrogar su prisión preventiva.
Unos 65 menores detenidos durante los actos de violencia del viernes recibieron una orden de alejamiento de la Ciudad Vieja durante 15 días, y más de 200 detenidos sin antecedentes relevantes fueron puestos en libertad tras ser interrogados.
En respuesta a los enfrentamientos y a las posteriores detenciones masivas de alborotadores, el diputado de la Lista Conjunta Sami Abou Shehadeh dijo que “ningún ataque, detención o invasión disuadirá a nuestros jóvenes y a nuestro pueblo de continuar con la firmeza en nuestra Jerusalén, la capital eterna de nuestro pueblo”.
En un tuit, Shehadeh llamó a los palestinos a “reunirse en torno a Jerusalén y movilizarse para fortalecer la firmeza de su pueblo”.
El viernes, cientos de palestinos causaron disturbios en el interior de la mezquita apodada Al-Aqsa, acumulando piedras y otros objetos para lanzarlos a los judíos. Decenas de jóvenes comenzaron a marchar por el recinto, algunos ondeando banderas palestinas, mientras que otros llevaban pancartas verdes asociadas al grupo terrorista Hamás, según la policía. Los musulmanes lanzaron piedras y atacaron con fuegos artificiales.
La Media Luna Roja palestina dijo que había 158 heridos, la mayoría de ellos probablemente por inhalación de gases lacrimógenos. Las imágenes mostraron el caos en el lugar, con lluvias de piedras y fuegos artificiales disparados hacia la policía.
Decididos a limpiar la mezquita de las piedras acumuladas, los policías decidieron irrumpir en el edificio, lo que dio lugar a decenas de detenciones y a escenas idénticas a las que se produjeron hace casi un año.
Palestinos atacan a las fuerzas de seguridad israelíes en el Monte del Templo, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, el 15 de abril de 2022. (Ahmad Gharabli/AFP)
Sin embargo, después de seis horas, lograron liberar al recinto de los alborotadores. La calma se restableció y las oraciones de la tarde se desarrollaron sin incidentes, con la participación de unos 50.000 musulmanes.
El Ramadán suele ser un periodo de alta tensión, ya que decenas de miles de musulmanes, entre ellos muchos palestinos de Cisjordania, asisten a los servicios en la mezquita, que se encuentra en el Monte del Templo. El sitio es el lugar históricamente más sagrado del judaísmo, y para el Islam, el tercer lugar más sagrado, con base en una leyenda que no consta en el Corán.