El equipo legal del agente de la ISA detenido por presunta filtración de información reservada al ministro Amichai Chikli y a los periodistas Amit Segal y Shirit Cohen compartió públicamente su postura.
En su recurso contra la extensión de la detención, los abogados afirmaron que las medidas aplicadas resultan desproporcionadas y extremas. Aclararon que el sospechoso trasladó información a un ministro y a periodistas, sin vínculo con la seguridad nacional ni con riesgos públicos.
Según la defensa, la intención fue exponer temas de alto interés social que, a juicio del acusado, habían sido manipulados por quienes controlan el acceso a la información dentro de la ISA.
Según su declaración, el acusado evitó entregar materiales sensibles. Únicamente compartió documentos que, bajo su criterio, no ponen en peligro al Estado ni a la población. Todo lo publicado pasó previamente por el filtro de censura y, según sus abogados, no contiene elementos que amenacen la seguridad.
La defensa cuestionó con fuerza el motivo de la detención. Resaltaron que jamás se había arrestado a alguien por filtrar información a un periodista o a un funcionario sin amenaza a la seguridad del Estado. Denunciaron también que se le prohibió consultar con un abogado, pese a que no representa peligro ni existe sospecha razonable de que pueda interferir con la investigación.
Insistieron en que el encarcelamiento, así como la negativa a permitir el contacto con su defensa, resultan medidas extremas e injustificadas contra un empleado que, aunque incumplió normas internas, no representa una amenaza real. Aseguraron que en esta etapa no hay razón para temer una obstrucción de la investigación.
Finalmente, el abogado del agente señaló que los investigadores de la ISA enfrentan un severo conflicto de intereses. A su juicio, su conducta refleja una incapacidad para actuar con imparcialidad en un asunto en el que ellos mismos podrían estar implicados.