Yuval Abraham, director galardonado con un Oscar, denunció el lunes por la noche que Hamdan Ballal, codirector del documental “No Other Land”, sufrió un ataque de residentes judíos en su vivienda en Susya, Judea y Samaria. Soldados lo arrestaron después, durante su evacuación en ambulancia.
Las FDI sostienen que Ballal participó en el lanzamiento de piedras contra sus tropas, y niegan que el arresto ocurriera dentro de la ambulancia. Abraham escribió en X que colonos golpearon a Ballal en la cabeza y el cuerpo
Aseguró que, herido y sangrando, soldados irrumpieron en la ambulancia para detenerlo. Desde entonces, desconoce su paradero y estado de salud. Más tarde, compartió videos de cámaras de seguridad que muestran a individuos enmascarados atacando a Ballal.
La Unidad del Portavoz de las FDI informó que terroristas arrojaron piedras a ciudadanos israelíes cerca de Susya el lunes por la noche y dañaron sus vehículos. Esto desencadenó un enfrentamiento violento entre palestinos e israelíes, con intercambio de pedradas. Fuerzas de seguridad y policía llegaron para separar a los grupos.
Varios terroristas atacaron entonces a las tropas con piedras. Las FDI detuvieron a tres palestinos sospechosos del ataque y a un civil israelí involucrado en el choque. La policía interrogó a los arrestados. Un israelí herido recibió atención médica tras ser evacuado. Las FDI desmintieron que algún palestino fuera detenido dentro de una ambulancia.
“No Other Land”, obra de los israelíes Rachel Szor y Yuval Abraham junto a los palestinos Basel Adra y Hamdan Ballal, obtuvo el Oscar al mejor documental este mes. Basel Adra, en su discurso tras el premio, condenó a Israel. Expresó que, como padre reciente, desea que su hija no enfrente la violencia de colonos, demoliciones y desplazamientos que su comunidad sufre bajo la ocupación.
Abraham, en la ceremonia, destacó la colaboración entre palestinos e israelíes para amplificar sus voces. Reclamó el fin de la destrucción en Gaza y la liberación de rehenes tomados el 7 de octubre.
La película desató controversia en Israel por su enfoque en la incursión de aldeanos de Yatta en la Zona de Tiro 918, en Masafer Yatta, usada como campo de entrenamiento militar por décadas. Dicha incursión afectó los ejercicios de las FDI. El Tribunal Supremo declaró ilegal la ocupación de la zona y autorizó el desalojo para retomar las actividades militares.
El filme acusa a Israel de maltratar sistemáticamente a aldeanos que habitan sus tierras ancestrales desde generaciones. Sostiene que soldados y colonos aprovecharon la guerra para perpetrar masacres, tiroteos y amenazas contra ellos.