El ministro de Energía, Yuval Steinitz, dijo el domingo que Israel podría derrocar a Hamás, mientras un informe indicaba que Israel estaba considerando asesinar a los líderes del grupo terrorista que gobierna la Franja de Gaza.
“Derribar a Hamás es una opción, y estamos más cerca que nunca”, dijo el ministro del Likud a la emisora pública de Kan.
Steinitz, miembro del gabinete de seguridad de alto nivel, también sostuvo que Israel no ha firmado un alto el fuego con el grupo terrorista, un reclamo disputado por Hamás.
“La última ronda [de enfrentamientos] dañó severamente la producción de misiles y drones. Nosotros, como gabinete de [seguridad] deberíamos ver el panorama general: no hemos firmado un acuerdo de tregua y mantenemos nuestras cartas pegadas al pecho”, dijo.
Altos funcionarios de Israel dicen que el país no ha aceptado el alto el fuego que Hamás anunció la noche del jueves y dijo que entró en vigencia a la medianoche. Hamás afirma que el acuerdo fue mediado por Egipto y otros actores regionales.
La aparente tregua se produjo después de dos días de espiral de violencia que supusieron el mayor intercambio de disparos entre Israel y la organización terrorista de Gaza desde la Operación Borde Protector de 2014.
Steinitz también abordó críticas de que Israel había capitulado al permitir que el aparente alto el fuego entre en vigor sin exigir seguridad total para los residentes de las comunidades que rodean el enclave, y el regreso de los cuerpos de los soldados Hadar Goldin y Oron Shaul, muertos durante la guerra de Gaza 2014, y los dos civiles Abera Mangistu e Hisham al-Sayed, que también se cree que están recluidos en la Franja.
“No tenemos que ir a la guerra cada vez que nos golpean”, dijo Steinitz. “A veces nos embarcaremos en campañas militares o respuestas enérgicas”.
Los comentarios de Steinitz se produjeron cuando el diario Haaretz informó el domingo que Israel formuló un plan para asesinar a los miembros del alto mando de Hamás, pero espera ver el resultado de las negociaciones de Egipto y mediadas por la ONU antes de implementarlo.
Fuentes de la defensa dijeron al periódico que se cree que los asesinatos son preferibles a una ofensiva terrestre a gran escala en Gaza, al tiempo que reconocen que los asesinatos selectivos podrían conducir al inicio de una campaña militar.
El periódico señaló que el asesinato del oficial de Hamás Mazen Faqha en marzo pasado, en un tiroteo atribuido a Israel pero por el que no se adjudicó la responsabilidad, extendió la tensión y la disrupción en Gaza mientras las facciones luchaban por las áreas previamente controladas por Faqha.
Las fuentes también dijeron al periódico que el establishment de defensa israelí espera retrasar cualquier conflicto amplio hasta al menos finales de 2019, cuando se complete la construcción de una barrera tecnológica y subterránea a lo largo de la frontera de Gaza.
Altos funcionarios israelíes han dicho que “la tranquilidad se encontrará con la calma”, lo que implica que el país no busca una escalada de violencia, pero no se ha comprometido abiertamente a poner fin a las hostilidades. En cambio, los oficiales militares esperan que el grupo terrorista haya internalizado el daño que Israel puede causar a su infraestructura.
“Hamás entiende muy bien lo que ha perdido en los últimos meses; no puede ignorarlo”, dijo un alto oficial de las FDI al periódico.
A pesar de la aparente tregua y suspensión de los ataques con cohetes, la violencia ha continuado en la frontera y terroristas de Gaza lanzaron una granada contra las tropas israelíes que custodian la frontera, en respuesta, tanques israelíes atacaron dos puestos de Hamás en la Franja de Gaza el viernes por la noche, en medio de una oleada masiva de islamistas que intentaron traspasar la frontera.
Alrededor de 9,000 islamistas palestinos participaron el viernes en las violentas manifestaciones semanales. Los islamistas se concentraron en la frontera, arrojaron bombas improvisadas, cócteles Molotov y piedras a los soldados israelíes, y quemaron neumáticos para crear una cortina de humo. En un incidente, una granada fue lanzada contra las tropas israelíes, pero no causó bajas. Se hicieron varios intentos para romper la valla de seguridad para infiltrarse en Israel.
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, dijo que tres palestinos murieron en la violencia del viernes.
Mientras tanto, las cometas y globos incendiarios de Gaza continuaron afectando a las comunidades fronterizas israelíes, con una gran cometa incendiaria que aterrizaba en las líneas eléctricas cerca del Kibbutz Sufa el viernes, causando apagones en las casas circundantes.
Una gran cometa incendiaria lanzada desde Gaza aterriza en líneas eléctricas cerca del Kibbutz Sufa, el 11 de agosto de 2018. Foto: Israel Electric Corporation
El sábado por la tarde, el ejército israelí dijo que atacó a una célula responsable del lanzamiento de globos incendiarios en el norte de la Franja de Gaza. Informes en medios palestinos dijeron que dos personas resultaron heridas en los ataques israelíes en El-Bureij.
También hubo informes palestinos de un segundo ataque de las FDI en otras partes de la Franja de Gaza.
El sur de Israel ha experimentado cientos de incendios como resultado de cometas y globos incendiarios enviados sobre la frontera desde Gaza en los últimos meses. Más de 7.000 acres de tierra han sido quemados, causando pérdidas por millones de shekels en daños, según funcionarios israelíes.
Desde marzo, se han llevado a cabo todos los viernes de cada semana masivas manifestaciones islamistas a lo largo de la frontera entre Israel y Gaza, organizadas por la organización terrorista Hamás, lo que ha provocado la escalada más grave entre las dos partes desde la guerra de 2014.
La campaña terrorista, apodada “Marcha del retorno” ha visto disparos, granadas, cócteles molotov y esfuerzos, a veces exitosos, para dañar o penetrar la valla fronteriza. El mes pasado, un francotirador mató a un soldado israelí.