El ministro de Defensa Naftali Bennett firmó el miércoles una orden ministerial que congela cientos de miles de shekels en activos pertenecientes a ocho terroristas convictos y sus familias.
Los terroristas en cuestión son ciudadanos israelíes condenados por estar implicados en varios ataques, en un periodo de 20 años, que dejaron más de 45 israelíes muertos y muchos más heridos. Cinco de ellos cumplen actualmente condenas de cadena perpetua.
La orden de confiscación se aplica a los estipendios mensuales que los terroristas reciben de la Autoridad Palestina, así como a los estipendios pagados a sus familiares u otros beneficiarios.
Es la primera vez que Israel ha tomado medidas directas contra los sueldos pagados a terroristas individuales y sus familias, lo que considera un incentivo financiero para que los palestinos sigan perpetrando actos de terrorismo. Se espera que se sigan más órdenes.
La orden fue firmada después de una amplia labor preparatoria de la Oficina Nacional de Lucha contra la Financiación del Terrorismo del Ministerio de Defensa, junto con el organismo de seguridad Shin Bet, la Policía de Israel, el Servicio de Prisiones de Israel y la Dirección de Prohibición del Blanqueo de Dinero y la Financiación del Terrorismo de Israel.
Bennett dijo que tenía la intención de ejercer toda su autoridad para poner fin a los sueldos que la Autoridad Palestina paga a los terroristas y a sus familias, una práctica que ha llegado a conocerse como “pago por sacrificio”.
“Hemos pasado a la acción. Este es otro paso en nuestra batalla contra los terroristas. Estamos trabajando para que ya no valga la pena derramar sangre judía”, dijo Bennett.
A principios de este mes, Bennett impuso sanciones financieras a un sospechoso de terrorismo con sede en Londres que se cree que tiene vínculos con el Hamás. El decreto que firmó establece que todos y cada uno de los fondos o activos pagados o transferidos a Mohammed Jamil Mahmoud Hersh, que trabaja para un grupo británico afiliado al Hamás, serán confiscados.