Las potencias mundiales deben asegurarse de que Irán entiende que habría “graves implicaciones” si no renuncia a sus ambiciones nucleares, dijo el fin de semana el primer ministro Naftali Bennett.
En declaraciones a The Sunday Times, Bennett también reconoció: “Tenemos una guerra fría con Irán”.
El primer ministro israelí, que se encuentra de camino a la Conferencia sobre el Clima de la ONU en Glasgow, tiene previsto reunirse con nueve líderes mundiales al margen de la cumbre, que sigue a la del G20 en Roma.
Se espera que el primer ministro israelí se reúna con su homólogo británico, Boris Johnson, el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro indio Narendra Modi, el primer ministro australiano Scott Morrison, el primer ministro italiano Mario Draghi, el príncipe heredero y primer ministro de Bahréin Salman bin Hamad Al Khalifa, el primer ministro canadiense Trudeau, el presidente hondureño Juan Orlando Hernández y el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg.
Irán, dijo Bennett a la revista británica, lleva décadas amenazando a Israel. “Trabajaremos contra ellos, utilizando toda nuestra energía, toda nuestra innovación y tecnología, y la economía para llegar a un punto en el que estemos un número de pasos por delante”, dijo.
Añadió que cree que el fuerte crecimiento de Israel, además de aumentar la prosperidad de los israelíes, “nos ha permitido invertir masivamente en el fortalecimiento de nuestras capacidades militares, tanto ofensivas como defensivas”, algo crucial dado que “no es ningún secreto, Irán está ahora en su punto más avanzado de [su] capacidad de enriquecer uranio”.
Israel, subrayó, “hará lo que sea necesario para neutralizar esta amenaza”.
“Hay una potencia regional llamada Irán y hay una potencia regional llamada Israel. Irán es un régimen podrido, que viola los derechos humanos y mata a los homosexuales y a las mujeres que van descubiertas, mientras que ni siquiera pueden suministrar agua potable a sus ciudadanos, pero invierten sus recursos en el desarrollo nuclear”.
Además, dijo que creía que la combinación de amenaza militar, presión diplomática y económica, por parte de Israel, Estados Unidos y otras potencias mundiales, “dejará claro a Irán que habrá implicaciones muy serias si siguen enriqueciendo uranio. Creo que Irán se frenará y dejará de hacerlo”.
Volviendo su atención a la cumbre sobre el clima, el primer ministro israelí declaró al Sunday Time que los objetivos climáticos de Israel incluyen las emisiones cero para 2050, empezando por la eliminación progresiva del carbón en los próximos tres años e introduciendo gradualmente un impuesto sobre el carbono.
“Para que el mundo llegue a cero emisiones en 2050, cambiar nuestro comportamiento hará menos de la mitad del trabajo. La otra mitad provendrá de la tecnología que aún no se ha desarrollado. Ahí es donde Israel tiene que liderar”, dijo.
Bennett también reconoció que tiene que conseguir que “los empresarios israelíes pasen de hacer otra aplicación web genial a trabajar en algo con importancia”, y añadió que ve la tecnología israelí como una forma de que el Estado judío avance en sus políticas en Oriente Medio.
“Tenemos un enorme potencial en la región para crear asociaciones en el campo de la energía”, dijo. “Israel es un Estado muy pequeño, en espacio territorial. Estamos en una región donde el agua escasea, pero a la mayoría de nuestros vecinos no les falta espacio vacío en el desierto, y en 2021, ese espacio significa energía. Y la energía significa agua”.