Quince aspirantes a piloto de la Fuerza Aérea Israelí fueron encarcelados tras un “incidente disciplinario” ocurrido al término de su curso de tres años. Durante el aislamiento reglamentario, los cadetes recibieron visitas de familiares y amigos y consumieron alcohol, conducta prohibida en esas circunstancias.
Un agente implicado en el suceso podría ser apartado de su puesto. El hecho ocurrió hace dos fines de semana en una “sección aislada” de un hotel civil, donde los cadetes debían repasar su entrenamiento y descansar después de un ejercicio intensivo que simuló el cautiverio enemigo.
La investigación interna de la IAF determinó que un comandante “se desvió de los procedimientos” al autorizar el consumo de alcohol durante la sesión de repaso. Además, varios cadetes invitaron a familiares y novias a la zona restringida, contraviniendo las normas establecidas para esa fase del programa.
El ejército impuso a los quince cadetes penas de entre tres y seis días de prisión militar, según la gravedad de sus actos. El comandante de la escuela de vuelo, con rango de mayor, fue citado por el jefe del Grupo de Personal Aéreo para una “discusión sobre la continuación de su función”.
Otros participantes que infringieron las directrices en ese fin de semana recibirán sanciones disciplinarias menores sin encarcelamiento. Las autoridades militares indicaron que las acciones de los cadetes contradicen los valores de la IAF y perturbaron el entrenamiento, aunque descartaron afectación en la preparación operativa.
Los cadetes no fueron expulsados automáticamente del curso, que concluye a fin de mes. Todos deberán presentarse ante un comité evaluador al término del programa de tres años, que decidirá si cada uno cumple los requisitos necesarios para completar la formación.
