En Jerusalén, unas 200 personas reunidas en la carpa de protesta frente a la residencia oficial del primer ministro en la calle Balfour celebraron al ver por primera vez a los rehenes liberados de Gaza. La carpa, que ha sido escenario de múltiples manifestaciones en los últimos dos años, contaba con una gran pantalla que transmitía la liberación. La calle Azza cercana permaneció tranquila, con peatones regresando de las oraciones matutinas en el último día de Sucot.
No todos los presentes mostraron satisfacción por la liberación de los rehenes. Yosef Avi Yair Engel, cuyo nieto Ofir Engel estuvo 54 días cautivo de Hamás en Gaza, expresó: “Me siento muy bien hoy, pero no es suficiente que todos los rehenes regresen. Todavía estamos esperando el cuerpo de Yossi Sharabi, el padre de la novia de mi nieto. Hasta que regresen los cuerpos de todos los rehenes muertos, no puedo estar muy feliz”.
A varios metros, un payaso realiza malabares y entrega pegatinas a los transeúntes. Identificado como Policewoman Then-Maybe, ha participado en las protestas con un uniforme antiguo de policía y nariz roja. Declaró: “Después de dos años de lucha, por el fin de la guerra, tuve que salir para aumentar la felicidad de todos los corazones que latían aquí. Sigo mi corazón, y es bueno estar con personas que sonríen, después de todo lo que hemos pasado”.
