Según las noticias del Canal 12, unos hackers norcoreanos intentaron robar dinero de una empresa israelí de criptomonedas en un ataque “profesional y sofisticado”.
El artículo afirma que en un esfuerzo por obtener los fondos, los norcoreanos se hicieron pasar por un proveedor japonés de la empresa no identificada.
Según el informe, los empleados de la empresa de ciberseguridad Konfidas impidieron la intrusión.
El ataque de la semana pasada, según el informe, empleó “técnicas desconocidas” que “hicieron saltar la alarma en Israel”.
El dinero, según el informe, se habría utilizado para avanzar en el programa nuclear de Pyongyang si la brecha hubiera tenido éxito.
No estaba claro si la evaluación se basaba en pruebas reales o si era simplemente una corazonada basada en anteriores hackeos norcoreanos.
Según una evaluación confidencial de la ONU que se publicó el año pasado, Corea del Norte utilizó ciberataques para robar más de 300 millones de dólares en criptodivisas para financiar su desarrollo nuclear, desafiando las sanciones.
El expediente afirmaba que las instituciones financieras y los intercambios fueron comprometidos con el fin de recaudar dinero para el desarrollo nuclear y de misiles de Pyongyang, con dos robos en 2020 que representan la gran mayoría de las ganancias.
El Norte está acusado de un ciber-robo masivo de 81 millones de dólares del Banco Central de Bangladesh, que según la BBC habría sido un robo de 1.000 millones de dólares si todo hubiera ido según el plan.
El robo de 60 millones de dólares del Far Eastern International Bank de Taiwán es otra de las acusaciones que pesan sobre Corea del Norte.
El virus ransomware global WannaCry de 2017, que infectó aproximadamente 300.000 máquinas en 150 países y exigió cientos de dólares a sus propietarios por las claves para desencriptar sus archivos de usuario, se atribuyó a los hackers de Pyongyang.
Cuando Pyongyang fue acusado de hackear Sony Pictures Entertainment en 2014 en represalia por la película satírica “The Interview”, que se burlaba del líder Kim, las capacidades de ciberguerra de Pyongyang ganaron por primera vez la atención internacional.
Durante el ataque se publicaron en Internet numerosas películas inéditas y una considerable colección de documentos privados.
Las acusaciones han sido refutadas por Pyongyang, que afirma que no tienen “nada que ver con los ciberataques”.