El domingo, un ciudadano israelí fue declarado culpable de operar una red de contrabando transfronterizo que había transferido miles de toneladas de hormigón, tuberías, metales y equipo electrónico directamente desde Israel a la organización terrorista Hamás en la Franja de Gaza.
Michael Peretz, residente de la aldea agrícola de Mivtahim, en el distrito de Eshkol, fronterizo con la Franja de Gaza, había sido condenado por el Tribunal de Distrito de Beer Sheba por una serie de delitos que, según los jueces, habían «socavado la seguridad del Estado».
Entre los cargos, Peretz fue declarado culpable de ponerse en contacto con un agente extranjero, facilitar la transferencia de activos ilegales a grupos terroristas, blanquear dinero y cometer un fraude fiscal de millones de dólares. Sin embargo, fue absuelto por el cargo más grave: «ayudar a un grupo terrorista en su guerra contra Israel».
Según las acusaciones publicadas por la agencia de seguridad del Shin Bet después de su detención en 2015, Peretz, junto con otros dos israelíes, creó una empresa tapadera para encubrir la transferencia de materiales ilegales a un intermediario de Hamás en el cruce de Kerem Shalom, que luego los entregó directamente al grupo terrorista.
De los bienes presuntamente entregados a Hamás por hombres entre 2013 y 2015, los fiscales dijeron que los tubos estaban destinados a ser utilizados en la producción de cohetes, mientras que el hormigón permitía al grupo reconstruir túneles para aviones de ataque en Israel, que fueron destruidos durante la guerra de 2014.
Además de los materiales de construcción, la banda dirigida por Peretz supuestamente transfirió millones de shekels de dispositivos electrónicos, generadores, equipos de rastreo, motores y cables de comunicación.
Los jueces declararon que Peretz sabía que los materiales que había transferido a Gaza estaban destinados a Hamás, pero que seguía haciéndolo debido a las grandes ganancias que había recibido.
El cruce fronterizo de Kerem Shalom era uno de los tres cruces de Israel a la Franja, que facilitaban principalmente la entrega de ayuda humanitaria y equipo médico, así como el paso de pacientes de Gaza a los hospitales israelíes.
Durante el conflicto de 2014 con Israel, Hamás utilizó un complejo sistema de túneles bajo la frontera israelí para atacar a los soldados de las FDI estacionados fuera de la Franja de Gaza.
Israel permitió que entraran en la Franja pequeñas cantidades de materiales de construcción, afirmando que grandes cantidades de hormigón y tuberías en manos de Hamás se desviarían a proyectos militares.