Durante la noche, el grupo terrorista Hezbolá extendió el alcance de sus ataques con cohetes, abarcando la vasta zona de Haifa y el valle de Jezreel, lo que pone en riesgo a unos dos millones de israelíes.
“Cientos de miles de personas tuvieron que refugiarse en refugios antiaéreos” a lo largo del norte de Israel, informó el teniente coronel Nadav Shoshani, portavoz militar, a la AFP, tras los ataques nocturnos y los que ocurrieron en la mañana.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que los cohetes fueron lanzados “hacia áreas civiles”, lo que podría indicar una escalada, ya que los ataques anteriores se habían enfocado mayormente en objetivos militares.
Un cohete impactó cerca de un edificio residencial en Kiryat Bialik, una localidad cercana a Haifa, causando heridas a al menos tres personas e incendiando edificios y vehículos.
Avi Vazana, quien se refugió con su esposa y su bebé de nueve meses antes de la explosión en Kiryat Bialik, relató: “Corrí sin zapatos, sin camiseta, solo con pantalones. Corrí hasta esta casa cuando todo estaba todavía en llamas para intentar ver si había más gente”.
Desde el 8 de octubre, Hezbolá ha lanzado miles de cohetes contra Israel y cientos de drones, concentrando principalmente sus ataques en Galilea y los Altos del Golán, en el norte del país.
Se estima que el grupo terrorista posee cohetes y misiles con capacidad para alcanzar casi todo el territorio israelí.