Israel alcanzó otro pico de coronavirus el miércoles: Unas 1 977 personas dieron positivo a la prueba del nuevo coronavirus el martes, la cifra más alta en un solo día desde el comienzo de la crisis.
Con poco más de 27 mil personas examinadas, la tasa de infección es superior al 7%. Otras 303 personas fueron diagnosticadas desde la medianoche.
Actualmente, hay 31 313 pacientes activos y 22 920 que se han recuperado, en total, ha habido 54 663 personas infectadas con el virus.
Altos funcionarios de salud han expresado en los últimos días su preocupación por la posibilidad de que Israel sobrecargue su sistema de salud.
“Estamos galopando hacia el abismo, donde no podemos evitar llegar a un estado en el que las unidades de cuidados intensivos estarán en máxima ocupación, y los médicos tendrán que decidir a quién ventilar y a quién dejar morir”, afirmó el martes el profesor emérito de la Universidad Ben Gurion del Néguev, Dov Schwartz, antiguo jefe científico de la Comisión de Energía Atómica de Israel. “Incluso si promulgamos inmediatamente un cierre completo, tenemos unas tres semanas para detener la situación actual. Ya hemos quemado todas nuestras reservas con preocupación política, comités y discusiones interminables sobre restaurantes, gimnasios, piscinas y mikvahs”.
El miércoles, el número de pacientes graves también fue mayor que antes: 259, entre ellos 82 que están entubados. Además, cinco personas más murieron durante la noche, lo que eleva el número de muertos a 430.
El marte, el comité de coronavirus de la Knesset votó para permitir que los restaurantes permanezcan abiertos a pesar del aumento de la infección, yendo en contra de la decisión del gobierno la semana pasada. Ahora, el gobierno está considerando solicitar una orden judicial para limitar la actividad de los restaurantes y al mismo tiempo intentará que la Knesset apruebe su directiva sobre restaurantes, pasando por alto el comité.