Los funcionarios del Ministerio de Salud advirtieron la semana pasada que la principal razón de la propagación de la variante Delta, altamente contagiosa, en Israel eran los israelíes que regresaban de los Emiratos Árabes Unidos y Rusia. Rusia está actualmente en la lista negra de destinos de viaje del gobierno debido a sus cifras de COVID.
Israel ha registrado 841.610 casos de coronavirus y 6.429 muertes desde que la pandemia mundial llegó al país a principios de 2020.
En las 24 horas transcurridas entre el martes y el miércoles por la mañana, 67.895 pruebas de COVID arrojaron 293 resultados positivos (una tasa de positivos del 0,5%).
Un total de 50 pacientes con COVID fueron hospitalizados, de los cuales 24 se encuentran en estado grave. De los pacientes hospitalizados en estado grave, 17 figuraban en estado crítico y 16 estaban conectados a respiradores.
Había 1.760 casos activos (sintomáticos) en el país, el 90% de los cuales, según los expertos, eran de la variante Delta.
“La gran mayoría de los casos en los que se identificó la variante Delta son [retornados] de los EAU y Rusia, pero algunos también proceden de Chipre, Bielorrusia, Seychelles y otros”, declaró la responsable de salud del distrito central, Ofra Havkin, en una reunión con otros expertos sanitarios.
En la misma reunión, el profesor Mitchell Schwaber, director de la Unidad Nacional de Prevención de Infecciones, hizo un llamamiento a la necesidad de aconsejar al público que reconsidere sus viajes al extranjero, especialmente si no está vacunado.
El profesor Nachman Ash, comisionado para el coronavirus, añadió que “ya se está comunicando la recomendación de no viajar al extranjero, y hay una lista de países que se desaconseja visitar a los israelíes en este momento. No obstante,] los israelíes seguirán viajando al extranjero aunque haya una prohibición de viajar. En julio y agosto, esperamos un aumento de estos viajes”.
Mientras tanto, el aeropuerto Ben-Gurion ya está desbordado por el número de llegadas. Lleva semanas esforzándose por hacer frente a la aglomeración y a las colas. Para ello, y para frenar la propagación de la cepa Delta, el ministro de Transportes, Merav Michaeli, ha dado instrucciones al aeropuerto para que separe las llegadas de países con un alto índice de morbilidad por coronavirus, los llamados países “negros” y “rojos”, en una terminal separada.
Según las instrucciones, las llegadas de países “negros” y “rojos” se dirigirán a la Terminal 1, y el resto a la Terminal 3.
El Ministerio de Transporte dijo en un comunicado que su decisión se tomó “tras reunirse con expertos del aeropuerto Ben Gurion y en coordinación con el primer ministro [Naftali Bennett], el ministro de Salud [Nitzan Horowitz] y el ministro de Economía [Avigdor Lieberman] … con el objetivo de reducir la propagación de la infección”.
Actualmente, seis países se definen como “negros”: Argentina, Brasil, México, Sudáfrica, Rusia e India. De los seis, solo Rusia e India siguen teniendo vuelos directos a Israel. Sin embargo, muchos turistas siguen viajando a Israel desde los países sudamericanos haciendo escala en Turquía y Alemania.
Fuentes conocedoras del asunto dijeron a Israel Hayom que la decisión del ministerio costaría millones de shekels y provocaría una falta de coordinación entre los numerosos elementos que trabajan en el aeropuerto.