El Ministerio de Sanidad respondió a la petición del primer ministro, Naftali Bennett, y del ministro de Sanidad, Nitzan Horowitz, y decidió aprobar temporalmente la comercialización de las pruebas de antígenos para bajar su precio.
La cadena que quiera vender las pruebas tendrá que cumplir una serie de condiciones: Debe poseer una licencia comercial válida para vender alimentos y bebidas -excepto en el caso de una carnicería-, el negocio venderá los kits de antígenos sólo en su envase original, el negocio almacenará las pruebas de antígenos en condiciones adecuadas de almacenamiento separadas de cualquier otra mercancía y mantendrá las pruebas almacenadas a una temperatura no inferior a dos grados ni superior a 25 grados.
El ministro de Sanidad, Nitzan Horowitz, ha declarado: “Estamos abriendo el mercado y permitiremos la venta de pruebas de antígenos caseras también en las cadenas de tiendas, además de en las farmacias y boticas. Esto hará que las pruebas sean accesibles y reducirá significativamente el precio para el público. Haremos todo lo necesario para que nadie se aproveche de la situación para engordar a costa de los ciudadanos”.
“Agradezco al director general del Ministerio de Sanidad, el profesor Nachman Ash, y a los profesionales del ministerio, el apoyo profesional y eficaz a esta importante medida. Desde que estalló la epidemia, el Ministerio de Sanidad ha presentado repetidamente una conducta profesional, valiente y decidida, y estoy muy orgulloso de ellos”.