Varias de las personas que resultaron heridas en el atentado con arma de fuego perpetrado en Jerusalén el sábado por la noche son estadounidenses, según confirmó el domingo por la mañana el embajador de Estados Unidos en Israel, Tom Nides, en un comunicado en el que afirmaba sentirse “profundamente entristecido” al confirmar la noticia.
Un portavoz de la Embajada de Estados Unidos en Jerusalén también confirmó que había ciudadanos estadounidenses entre las víctimas del ataque terrorista, pero no hizo más comentarios al respecto.
El ataque terrorista se produjo en la Ciudad Vieja de Jerusalén, cerca del Muro Occidental y la Tumba del Rey David. Un terrorista abrió fuego en dirección a un autobús, hiriendo a ocho personas, dos de las cuales se encuentran en estado grave.
Según los informes, los cuatro ciudadanos estadounidenses heridos en el atentado están de visita en Israel desde su ciudad natal de Williamsburg, Nueva York, habiendo llegado al país el miércoles. Todos son miembros de la misma familia y forman parte de la secta jasídica Satmar.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, tuiteó sobre el ataque, diciendo que está “horrorizada por el ataque terrorista en Jerusalén, y por la noticia de que una familia de neoyorquinos ha sido impactada”. Añadió que su equipo está en contacto con el Departamento de Estado de EE.UU. para ayudar a la familia como sea posible.
“Condenamos el terror y apoyamos al pueblo israelí en su búsqueda de la paz”, concluyó.