Decenas de dolientes se congregaron el miércoles en el aeropuerto Ben Gurion para rendir homenaje al ciudadano tailandés Sonthaya Oakkharasri, cuyo cuerpo fue devuelto del cautiverio de Hamás en Gaza días antes y trasladado finalmente a Tailandia para su entierro.
Oakkharasri, de 30 años, fue asesinado por terroristas en el kibutz Be’eri el 7 de octubre de 2023, tras lo cual su cuerpo fue llevado a Gaza como rehén. Aunque inicialmente se desconocía su paradero, las autoridades israelíes confirmaron en mayo de 2024 que había sido asesinado el mismo día del ataque. Sus restos fueron repatriados a Israel el sábado previo a la ceremonia.
El víctima llegó a Israel en 2018 con el objetivo de trabajar y sostener a su familia. Inicialmente laboró en el norte del país y posteriormente se trasladó a la zona fronteriza con Gaza. Estaba previsto que regresara a Tailandia en octubre de 2023 y, según el Foro de Familias de Rehenes, soñaba con establecer su propia granja en su país. Le sobreviven su hija de siete años, Kaimook, y su madre, Amorn.
Durante la ceremonia en el aeropuerto, asistieron sus amigos de la comunidad tailandesa en Israel, así como los agricultores con quienes había trabajado a lo largo de los años. El ministro de Justicia, Yariv Levin, también estuvo presente y colocó una corona de flores sobre el ataúd de Oakkharasri.

Boonyarit Vichienpuntu, embajador de Tailandia en Israel, expresó en la ceremonia que la familia de Oakkharasri está profundamente agradecida por los esfuerzos realizados para repatriar su cuerpo. Vichienpuntu señaló que Tailandia considera a Israel un amigo: “Enviamos a nuestra gente aquí, y los israelíes también quieren venir a Tailandia”, afirmó, según Haaretz. Añadió que incluso después de aquel trágico día, muchos trabajadores tailandeses continúan en Israel, lo que demuestra la confianza en la seguridad del país y el compromiso de Tailandia de mantener la relación bilateral.
Amit Yifrach, secretario general del Movimiento Moshav y presidente de la Federación de Agricultores de Israel, destacó que los trabajadores tailandeses como Oakkharasri compartieron el trauma y el horror del 7 de octubre con los israelíes. “Estas son personas que no participaron en nuestro conflicto regional y vinieron aquí simplemente para ganarse la vida para sus familias, y su destino se entrelazó con el nuestro”, afirmó.
Yifrach agregó que “hoy, todos los agricultores de Israel y todos los ciudadanos israelíes inclinan la cabeza en su memoria, comparten el dolor de su familia en Tailandia y abrazan al pueblo tailandés, que ha pagado un precio tan alto”.
Tras la repatriación de los cuerpos de Oakkharasri y del estudiante agrícola nepalí Bipin Joshi a sus países de origen, permanecen en poder de Hamás los restos de dos ciudadanos extranjeros: el tailandés Sudthisak Rinthalak y Joshua Mollel, de Tanzania. Además, los restos de 11 ciudadanos israelíes siguen retenidos en la Franja de Gaza.
