Un pequeño avión no tripulado de las FDI se estrelló en el sur del Líbano el miércoles por la mañana, aparentemente después de haber sido derribado.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que el dron estaba llevando a cabo “operaciones de rutina para asegurar la frontera” cuando cayó en territorio libanés.
La cadena de noticias libanesa MTV afirma que el dron fue derribado por el grupo terrorista Hezbolá, apoyado por Irán.
Sin embargo, el portavoz de Hezbolá, Al-Manar, informó de que el pequeño avión no tripulado de cuatro patas fue derribado por un civil de la aldea de Kila con un rifle de caza.
Un video del Líbano compartido en los medios de comunicación social mostraba el avión no tripulado flotando en el aire seguido de los daños causados por los disparos. Al parecer, las fotografías tomadas poco después muestran a un hombre libanés que sostiene el dron, un modelo plegable conocido como Mavic, que es utilizado por las tropas israelíes.
Parece que al dron le faltaba uno de sus rotores.
Un portavoz de las FDI dijo que no podía comentar inmediatamente qué había causado el accidente del avión no tripulado, si había sido derribado o si había sufrido un fallo técnico, como es habitual en los aviones no tripulados pequeños.
El mes pasado, un avión no tripulado similar se estrelló en el sur del Líbano. Entonces también Hezbolá afirmó haberla derribado.
Hezbolá prometió empezar a derribar a los espías israelíes después de un ataque con aviones no tripulados contra el bastión de Beirut del grupo terrorista a finales de agosto, del que culpó a Israel.
En respuesta, el 1 de septiembre, un grupo chiíta apoyado por Irán disparó tres misiles antitanque contra Israel, casi chocando contra un vehículo militar y atacando con éxito una base militar cerca de la frontera. Las FDI dijeron que no hubo víctimas.
El jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, dijo más tarde que su organización respondería a cualquier otro ataque israelí con ataques “en lo más profundo de Israel” y no solo a lo largo de la frontera.
Hezbolá apoyado por Irán, considerado una organización terrorista por Israel y Estados Unidos, es un actor político importante en el Líbano y un defensor clave del dictador sirio Bashar Assad en la guerra civil de su país.