Un nuevo estudio ha descubierto que el consumo de café durante el embarazo no está relacionado con el aborto espontáneo, la mortinatalidad, el peso al nacer, la edad gestacional y el parto prematuro.
Estudio de tueste lento
Investigadores de la Universidad de Queensland (Australia) han confirmado que no existe un mayor riesgo de embarazo mediante el método de aleatorización mendeliana (MR).
La aleatorización mendeliana es una técnica para examinar la relación causal entre una exposición cambiante y una enfermedad en estudios observacionales, empleando la variación medida en genes con funciones conocidas.
“Como no podemos pedir a las mujeres que beban cantidades prescritas de café durante su embarazo, utilizamos análisis genéticos para imitar un ensayo de control aleatorio”, dijo el Dr. Daniel Hwang.
Los investigadores utilizaron 8 variantes genéticas diferentes para comprobar si el consumo de café está relacionado con determinados resultados del parto.
El artículo publicado en el estudio Oxford Academic utilizó datos genéticos para verificar estas pruebas. Los investigadores Dr. Gunn-Helen Moen, Dr. Daniel Hwang y Caroline Brito Nunes del Instituto de Biociencia Molecular de la UQ no pudieron confirmar si el consumo de café afecta a otros factores del embarazo.
Como se informa en el artículo, Pregnancy-induced changes in the pharmacokinetics of caffeine and its metabolites, el metabolismo de la cafeína en la mujer disminuye y la concentración del metabolito activo aumenta durante el embarazo, especialmente en el tercer trimestre debido a los cambios fisiológicos. Esto significa que la reducción de la actividad de las enzimas hepáticas es la causa principal. Para contextualizar, el 70% de las mujeres de Estados Unidos consumen café, utilizándolo como su principal fuente de cafeína.
¿Beber menos café?
La Organización Mundial de la Salud afirmó que las mujeres embarazadas deberían beber menos de 300 mg de cafeína, en proporción a 2 ó 3 tazas de café, según la Dra. Gunn-Helen Moen. Esto se debe a que es difícil separar el café de otros componentes, como el consumo de drogas y alcohol, ya que no se controlan por separado.
“Cuando se trata de la dieta durante el embarazo, a menudo se aconseja a las mujeres que eliminen cosas, pero este estudio demuestra que pueden seguir disfrutando del café sin preocuparse de que aumente el riesgo de estos resultados en el embarazo”, dijo el Dr. Hwang.
El departamento del instituto afirmó que, aunque es aceptable que las mujeres embarazadas tomen cafeína, no se les debe animar a beber cantidades excesivas, ya que el instituto no puede confirmar si la ingesta de cafeína puede afectar a otros elementos del desarrollo fetal. El Estudio Longitudinal Avon de Padres e Hijos [ALSPAC], utilizado para comprender cómo los factores ambientales y genéticos pueden influir en el desarrollo y la salud de padres e hijos, pone de relieve esta incertidumbre.