El director general de Pfizer, el Dr. Albert Bourla, recibió el jueves un doctorado honorario del Instituto Tecnológico Technion-Israel en honor a su papel en el desarrollo de una vacuna segura contra el COVID-19.
Bourla y su empresa fueron los primeros en desarrollar una vacuna segura y eficaz contra el nuevo coronavirus, mediante el uso de técnicas de ARNm en sólo nueve meses. Desde entonces, la vacuna ha pasado a utilizarse en todo el mundo y sigue considerándose la norma de oro para la vacunación contra el COVID-19.
El premio, entregado a Bourla por el presidente del Technion, el profesor Uri Sivan, durante la ceremonia de graduación de 1.869 estudiantes universitarios, reconoció su “liderazgo excepcional” en el desarrollo de la vacuna “ante una crisis mundial”.
Un logro biotecnológico extraordinario
“El desarrollo de la vacuna COVID-19 es un logro biotecnológico extraordinario que ejemplifica la importancia de la ciencia y la investigación multidisciplinar”, señaló Sivan. “La vacuna ayudó a rescatar al mundo de la crisis que comenzó a finales de 2019, con el brote epidémico. La historia familiar del Dr. Bourla, como hijo de supervivientes del Holocausto de Salónica, es un símbolo de la notable vitalidad del pueblo judío, su vivacidad y su capacidad de renovación tras el Holocausto”.
“Como científico y judío, no puedo exagerar lo mucho que significa para mí recibir este título y ser invitado a dirigirme a la clase de graduados de este año”, dijo Bourla en un discurso dirigido a los estudiantes graduados.
“Desde que abrió sus puertas en 1924, el Technion ha sido un faro de luz no sólo para Israel, sino para todo el mundo. La historia del Technion, al igual que la de mi empresa, Pfizer, es una historia de innovación, pero también de coraje y optimismo, todo lo cual ha contribuido a dar a luz a los avances tecnológicos y científicos destinados a hacer del mundo un lugar mejor”.
Y, efectivamente, la innovación, el coraje y el optimismo fueron los valores que atribuyó a Pfizer para desarrollar la vacuna con tanta rapidez.
“La innovación, el valor y el optimismo son tres cosas que definen a mis colegas de Pfizer. Hubo que tener valor para tomar la decisión contraria a la intuición de utilizar la tecnología de ARNm en la vacuna COVID-19 que desarrollamos con BioNTech”, afirmó. “Esta valentía no sólo nos ayudó a conseguir una vacuna segura y eficaz en sólo nueve meses, sino que también puede ser un paso importante para descubrir la gran promesa que encierra esta tecnología para muchas otras áreas terapéuticas, como el cáncer y las enfermedades raras. El éxito de nuestro viaje hacia la vacuna nos ha demostrado que podemos hacer posible lo imposible, y nuestros colegas están trasladando este nuevo optimismo a su trabajo en otras áreas”.
Este doctorado honorífico llega después de que Bourla recibiera el Premio Génesis, un galardón anual al que algunos se refieren como el “Nobel judío”, que distingue a personas extraordinarias por sus destacados logros profesionales, su contribución a la humanidad y su compromiso con los valores judíos y el Estado de Israel.
Bourla recibió el premio el miércoles, junto con el millón de dólares en efectivo, que dice que utilizará para ayudar a establecer un museo del Holocausto en Salónica.