Los niños israelíes que viven en ciudades verdes ya no tendrán que entrar en aislamiento si uno de sus compañeros de clase se contagia del coronavirus, según una decisión anunciada el jueves por la noche por la Oficina del Primer Ministro y el Ministerio de Sanidad.
Según el esquema, a partir del domingo, si un alumno de estas ciudades da positivo en la prueba del COVID, todos los de la clase deberán someterse a una prueba PCR. Todos los que den negativo podrán volver a su rutina escolar normal, pero se someterán a una prueba rápida de antígenos diariamente para asegurarse de que no tienen el virus.
Los alumnos se someterán a la prueba durante siete días y luego a una segunda prueba PCR para confirmar que no tienen el virus. Si lo están, toda la clase puede reanudar el aprendizaje.
La mayor parte del país es verde: 1.074 municipios, frente a 18 rojos, 67 naranjas y 205 amarillos.
El objetivo del programa Aula Verde es evitar que los niños estén aislados, después de que varios estudios destacaran el impacto negativo de la cuarentena en los niños. Además, perjudica a la economía porque a menudo los padres tienen que faltar al trabajo para quedarse en casa con sus hijos.
En septiembre, Israel llegó a tener unos 155.000 alumnos en aislamiento.
El jueves, el Ministerio de Sanidad informó de que había más de 92.000 niños y profesores en aislamiento y que 1.359 estudiantes habían dado positivo el día anterior.