Los residentes del barrio de Kiryat Moshe, en Tiberíades, están preocupados por la posibilidad de que se produzca otro terremoto, según informa Ynet.
El barrio, que se asienta sobre una falla la grieta sirio-africana, alberga a 260 familias que sintieron con fuerza los dos recientes terremotos.
“Estoy muy preocupado”, dijo un residente a Ynet. “Tengo niños pequeños y el día que haya un terremoto más fuerte, mi edificio se derrumbará. El edificio no es estable, no tenemos un refugio antiaéreo y no tenemos ningún lugar al que correr. Vivo en el tercer piso y no conseguiré escapar con mis hijos; lo único que conseguiremos es quedarnos en el hueco de la escalera”.
Otro residente, que vive en Tiberíades desde hace 29 años, ha dormido al aire libre desde el primer terremoto, el sábado por la noche. “Bajamos al patio por la noche y dormí aquí junto con mi marido, que está pensionado”, dijo a Ynet. “Nos sentamos bajo la lluvia, dormimos fuera por la noche. Daba miedo. No puedes dormir, te despiertas a las tres de la mañana”.
“Hay muchas grietas en el edificio, y tememos que lo que ocurrió en Holon ocurra aquí. Hay grietas en la pared, y si hay un terremoto de 6 o 6,5, Dios no lo quiera, parte del edificio se caerá; de todos modos está torcido”.
Boaz Yosef, presidente del comité encargado de Tiberíades, dijo a Ynet: “Kiryat Moshe es el barrio más peligroso de la ciudad en cuanto a terremotos. El barrio cuenta con unos 60 edificios que, en caso de terremoto, serán los primeros en caer. Los edificios se construyeron por iniciativa del Ministerio de Vivienda, que no examinó [la ubicación] hace 50 años, y construyó todo un barrio en la grieta sirio-africana. Hoy nadie habría aprobado un edificio así”.
El municipio de Tiberíades, por su parte, ha señalado con el dedo al Estado, exigiéndole que asuma la responsabilidad de reforzar los edificios.
“Estos edificios se construyeron por iniciativa del Estado, por lo que este debería responsabilizarse de ellos. Por lo que conozco a los residentes, no pueden permitirse ese gasto. En el Estado de Tel Aviv no habría ningún problema: evacuarían los edificios y los reconstruirían, compensarían a los residentes y añadirían apartamentos. Pero en Tiberíades, y especialmente en este barrio, ese proceso no merece la pena económicamente”.