Be’eri aprobó demoler ruinas y conservar una vivienda como “casa de testimonio” por cinco años, en un esquema de memoria vinculado a la reconstrucción comunitaria.
Decisión comunitaria: demolición de ruinas y casa de testimonio en Be’eri
El kibutz Be’eri informó que su asamblea aprobó demoler todas las edificaciones de dos barrios arrasados el 7 de octubre de 2023, con la excepción de una vivienda. Esa casa se conservará como “casa de testimonio” durante un período inicial de cinco años. La medida surgió de una votación y forma parte de un esquema de conmemoración definido por la propia comunidad, con criterios que articulan memoria, reconstrucción y control del relato sobre los hechos.
La decisión llegó después de meses de consultas, deliberaciones y diálogo interno. Abarca a los barrios de HaKerem y HaZetim, los más afectados por los ataques. Según el anuncio comunitario, la vivienda preservada se integrará en un conjunto más amplio de acciones de memoria. El resto de las estructuras en ruinas se retirará para permitir el avance de los trabajos de recuperación física del lugar y la reorganización operativa del entorno residencial inmediato.
Ofer Gitai, director comunitario de Be’eri, explicó que la asamblea optó por conciliar el deseo de reconstruir con el deber de legar una prueba material para las generaciones futuras. En sus palabras, la comunidad eligió un camino que permite ambos objetivos y preserva su control sobre la narración de los hechos. La conducción local enmarcó la decisión dentro de un plan de memoria diseñado por el propio kibutz y sujeto a evaluación colectiva.

El proyecto de conmemoración prevé que la vivienda cumpla una función testimonial como elemento físico y que su contenido se complemente con documentos, materiales visuales y objetos vinculados a los acontecimientos de octubre. La selección y el registro de esos objetos se desarrollan dentro del programa de historia visual del instituto Yad Ben-Zvi, con equipos especializados que trabajan desde las semanas posteriores a los ataques para rescatar, catalogar y almacenar piezas con valor probatorio.
Datos clave del plan de memoria y reconstrucción
- Votación comunitaria que aprobó demoler ruinas y preservar una vivienda.
- Barrios afectados: HaKerem y HaZetim, con retirada de estructuras.
- Plazo inicial de cinco años para la “casa de testimonio”.
- Víctimas: 102 asesinados y 30 secuestrados; todas las personas regresaron.
- Programa de Yad Ben-Zvi con identificación, fotografía, georreferenciación y custodia.
Proyecto memorial y archivo: Yad Ben-Zvi y curaduría comunitaria local
El esquema prevé que la “casa de testimonio” se incorpore a un archivo físico y digital con los elementos seleccionados por los equipos de historia visual. La vivienda cumplirá la función de testimonio material y aparecerá acompañada por documentos, materiales visuales y objetos recuperados de entornos domésticos y espacios comunitarios. La curaduría seguirá criterios definidos por la comunidad, con el propósito de sostener un relato fiel a la experiencia y a las prioridades de Be’eri.
El programa del instituto Yad Ben-Zvi ha sistematizado miles de piezas halladas en las comunidades del entorno. Aplica procedimientos de identificación, fotografía, georreferenciación y custodia que refuerzan el valor probatorio de objetos de uso cotidiano, mobiliario y restos materiales extraídos de inmuebles. La metodología, vigente desde comienzos de 2024, se integra con iniciativas institucionales que reúnen testimonios orales y evidencias audiovisuales, de modo que el archivo refleje con precisión el contexto y las secuencias del ataque.

De acuerdo con el resumen difundido por el kibutz, durante el asalto del 7 de octubre los atacantes asesinaron a 102 personas en Be’eri y secuestraron a 30 habitantes hacia la Franja de Gaza. La comunidad indicó que todas las personas secuestradas vinculadas a Be’eri, tanto vivas como asesinadas, regresaron. Estas cifras sustentan el proyecto de memoria y orientan la delimitación del testimonio material y documental que la comunidad preservará.
El programa de Yad Ben-Zvi opera con equipos integrados por especialistas en documentación patrimonial y conservación, apoyados por profesionales de museos y por personal técnico de instituciones públicas. Esa estructura aporta capacidad de catalogación y almacenamiento para materiales rescatados en comunidades del entorno. La comunidad prevé articular la exposición en la vivienda con esos registros para consolidar un archivo físico y digital coherente con el plan memorial definido por el kibutz.
Reconstrucción, votación mayoritaria y cronogramas de realojo local
El proceso de decisión incluyó varias rondas de debate y una consulta formal a los miembros del kibutz. Medios locales que siguieron la votación describieron una propuesta que planteó demoler la totalidad de las viviendas dañadas, salvo una. Esa opción obtuvo la mayoría frente a la alternativa de mantener varias casas en pie como parte del sitio de recuerdo. Informaciones coincidentes situaron el número de estructuras a demoler en torno al centenar.
En paralelo a la definición del modelo de conmemoración, Be’eri continúa con tareas de restauración y renovación. La comunidad señaló que construye nuevos barrios en la zona oriental del kibutz para reubicar a miembros que hoy residen de forma temporal en diversos edificios y soluciones habitacionales. Entre las obras en curso figura vivienda nueva promovida en solares previamente destruidos, dentro de un proceso que la dirección local identifica como restablecimiento de las condiciones de vida comunitaria.

La comunidad enmarcó la preservación de una única vivienda dentro de una política de memoria acotada en el tiempo. El plazo inicial de cinco años para mantener en pie la “casa de testimonio” responde a una decisión de la asamblea. Transcurrido ese lapso, la comunidad podrá reevaluar el destino del inmueble según sus objetivos memoriales. El anuncio subrayó una ejecución bajo conducción comunitaria para asegurar un relato adecuado a su experiencia y prioridades.
Como parte de la resolución, los órganos del kibutz indicaron que la retirada de las ruinas se coordinará con las obras de urbanización y con los cronogramas de realojamiento. La demolición se realizará con criterios de seguridad y sujeción a las normativas. La autoridad comunitaria presentó el resultado de la votación como un paso para recuperar el hábitat y el funcionamiento de servicios locales, en coherencia con la línea adoptada desde los primeros meses de reconstrucción.
