Las autoridades de las ciudades y comunidades ultraortodoxas están considerando la posibilidad de detener toda cooperación con el gobierno en la lucha contra el coronavirus, según una carta dirigida al primer ministro Benjamin Netanyahu y firmada por funcionarios Haredim.
El gabinete del coronavirus de Netanyahu ha aprobado el cierre de 30 de los llamados «pueblos rojos» con altas tasas de infección, que entrará en vigor el lunes. La mayoría de las comunidades en la lista tienen poblaciones árabes o ultraortodoxas.
Ynet se ha enterado de que los jefes de las autoridades locales ultraortodoxas de todo el país siguen redactando la carta, en la que se acusa a Netanyahu de haber gestionado mal la crisis sanitaria en el sector religioso y de haber creado una división entre el gobierno y el público Haredi.
En la carta también se advierte al parecer que las autoridades locales dejarán de cooperar con el Gobierno en la crisis, alegando falta de transparencia hacia el sector ultraortodoxo y la adopción de decisiones unilaterales.
Una fuente ultra ortodoxa dijo a Ynet que después de semanas de golpear al zar de los coronavirus, el profesor Ronni Gamzu, los funcionarios Haredim han decidido desviar las críticas hacia Netanyahu.
«Gamzu es solo una marioneta, Bibi debe entender que no estamos en su bolsillo. Hemos llegado a un punto en el que no tenemos nada más que perder».
Los dirigentes de los partidos ultraortodoxos de la Knesset parecen apoyar la decisión de las autoridades locales y la carta será redactada y enviada en total coordinación con ellos.
Una manifestación masiva contra Netanyahu está planeada para tener lugar en la ciudad Haredi de Bnei Brak, un punto caliente del coronavirus, más tarde ese mismo día.