Las multitudes en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv y a lo largo de las carreteras del sur de Israel, cerca de la frontera con Gaza, aumentan a medida que se acerca la liberación del primer grupo de rehenes.
En todo el país, amigos y familiares que no se desplazan a la base de Reim preparan celebraciones para recibir a los rehenes.
Los amigos de Evyatar David conmemoran el momento con camisetas con su imagen y consumen licor, mientras que en los suburbios de Haifa, los amigos de Matan Angrest y su familia esperan expectantes, según imágenes del Canal 12.
“Cuando escuchamos la noticia, preparamos las camisetas y todo lo necesario para saludar a Matan, ¡finalmente!”, dice un amigo de la familia.
Hagai Angrest, padre de Matan, afirma al Canal 12 mientras se sube al automóvil familiar para dirigirse a Re’im, que continuarán luchando hasta que todos los rehenes, vivos y muertos, regresen a casa.
Galit Kalfon, madre del rehén Segev Kalfon, comenta al Canal 12 que todavía no puede creer que su hijo vuelva a casa.
“Me desperté feliz y espero mantener esa felicidad hasta que vea a Segev”, dice. “Sigo imaginando el momento en que le diga que todo está bien y que está con nosotros”.
Kalfon habla desde la camioneta que traslada a la familia a la base de Re’im y añade que desconocen la condición en que se encontrará Segev.
“[Las autoridades] no nos informaron sobre su situación”, afirma.
La familia del rehén Eitan Mor tampoco tiene información sobre su estado, señala su abuela Peskia al Canal 12 desde su domicilio, expresando “gran alegría y gratitud al Santo, Bendito sea”.
“Durante dos años, el ejército nos ha dicho que está vivo; eso es lo que hemos sabido”, dice. “Un rehén que regresó del cautiverio afirmó haberlo visto, pero fue hace mucho tiempo, y después de eso solo conocemos lo que nos comunicó la inteligencia del ejército”.
