El ex jefe del Mossad, Yossi Cohen, habló el jueves con el Canal 12 y reveló detalles nunca antes expuestos de una operación del Mossad en Irán, al tiempo que argumentó que su conexión personal con el primer ministro saliente, Benjamin Netanyahu, puede ser problemática en el futuro.
Cohen habló de la operación del Mossad para obtener documentos del archivo nuclear iraní, que fue revelada posteriormente por Netanyahu en una dramática presentación de los hallazgos tanto para los israelíes como para la comunidad internacional. La operación, según Cohen, se llevó a cabo durante un periodo de dos años y contó con unos 20 agentes, ninguno de los cuales era israelí.
Antes de la operación, el Mossad construyó una réplica exacta del edificio que almacenaba los documentos en Irán, donde los agentes se entrenaron para la operación.
“Entendimos la estructura interna del lugar y el orden de los contenedores”, señaló Cohen. El ex jefe del Mossad dijo que la operación estuvo a punto de no llevarse a cabo, a raíz de “los acontecimientos en la zona”.
“Definimos que teníamos siete horas para realizar [la operación]… Por la mañana, llegan los camiones, los guardias y los trabajadores, y hay una multitud y no se puede saltar las vallas y atravesar los muros”, describió Cohen. “Sólo cuando irrumpieron en las formidables cajas fuertes y comenzaron a revisar las imágenes y las descripciones en farsi, nos dimos cuenta de que teníamos lo que queríamos sobre el programa nuclear militar iraní”.
Tras conseguir los documentos, Cohen informó a Netanyahu de que la primera parte de la operación había concluido.
“Le informé de que la primera parte de la operación se había completado, [y que] ahora nos la llevamos a casa”. Los agentes pudieron transferir los archivos digitalmente mientras se desplazaban hacia la frontera (que no se especificó).
El 30 de abril de 2018, tres meses después de la operación, Netanyahu convocó una rueda de prensa, realizada en inglés, en la que reveló los documentos sustraídos por el Mossad, que incluía unos 100 discos y carpetas con miles de documentos sobre el programa nuclear.
La exposición pública de los documentos por parte de Netanyahu, según Cohen, vino acompañada de duras críticas hacia el primer ministro saliente y hacia él mismo.
“No recuerdo quién fue el primero en tener la idea de revelar la operación. En este momento no importa si la idea surgió de la institución. Desde el momento en que surgió la idea, me pareció una idea maravillosa”, dijo Cohen. No obstante, Cohen afirmó que la decisión final de revelar el hallazgo no fue suya.
“Obviamente hubo una discusión dentro de la institución y ninguno de los altos funcionarios se opuso. El asunto de exponer la inteligencia, no la operación, tenía que ocurrir como ocurrió, en mi opinión”.
La justificación de la revelación se basó también en enviar un mensaje a Irán de que el Mossad es capaz de infiltrarse en lugares altamente sensibles y secretos del país.
Se sabe que Cohen también acompaña a Netanyahu en sus viajes al extranjero y actúa como asesor principal, ministro de Asuntos Exteriores y enviado político, lo que ha suscitado críticas por haber dañado la independencia y la neutralidad política del Mossad.
“La muy beneficiosa relación de confianza entre el primer ministro y yo es beneficiosa tanto para las operaciones de la institución, como para el desarrollo de la misma, pero sé personalmente que pago un precio por ello”, señaló Cohen.
Respondiendo a las críticas, Cohen dijo que “si vieran las acaloradas discusiones [con el primer ministro] en las que me encuentro, deberían demostrar que me mantengo firme, porque me mantengo firme… No trabajo para el primer ministro”.
Cohen también negó que el Mossad organizara deliberadamente una reunión con dirigentes en los Emiratos Árabes Unidos una semana antes de las elecciones de marzo de 2021 en Israel como medio para impulsar el apoyo a Netanyahu.
Cohen comentó además otro tema, Gaza, y la transferencia de dinero qatarí a los líderes de Hamás.
“Cometí un error a permitir la transferencia de dinero qatarí a la Franja de Gaza”, dijo Cohen. Cambió de opinión tras el reciente recrudecimiento de las hostilidades entre Hamás e Israel en mayo.
“Reconozco que creía de todo corazón que la población de la Franja de Gaza se acostumbraría a un poco más de comodidad que mejoraría enormemente su sistema civil, [y] no se utilizaría con fines militares. Pensé que sus vidas serían mejores y que disminuirían las motivaciones para las crisis y las guerras. Y probablemente me equivoqué. Me equivoqué”, admitió Cohen.