Eliezer «Chayni» Marom, excomandante de la Armada israelí y antiguo Coordinador del Proyecto Norte de Israel, expresó inquietud sobre el cese del fuego y el acuerdo de rehenes entre Israel y Hamás, según un informe de Maariv. Marom teme que el pacto contenga concesiones no reveladas.
En una entrevista con Ron Kofman y Aryeh Eldad en la radio 103FM, Marom también abordó declaraciones recientes de Donald Trump y el acuerdo de alto el fuego con Líbano. Sobre el pacto con Hamás, manifestó sospechas sobre la posibilidad de detalles no transparentes que favorezcan a la organización.
“No quiero que este acuerdo permita a Hamás conservar el poder. Su actitud cambió repentinamente tras el incidente de Netzarim, cuando Israel cerró el paso fronterizo exigiendo la entrega de Arbel Yehoud. Eso despertó mis sospechas”, afirmó Marom. También se cuestionó si Israel podría haber comprometido elementos clave sin advertirlo.
En sus declaraciones, preguntó abiertamente: “¿Qué nos están ocultando en este acuerdo? Hamás parece haber ganado más de lo que se ha anunciado públicamente, lo que me preocupa seriamente”. Aunque desconocía detalles concretos, elogió la firme posición israelí en las negociaciones: «Lo que nos protegió fue nuestra firmeza. Al mantenernos inflexibles, logramos un resultado favorable».
Marom también reaccionó a los comentarios de Trump sobre Gaza, quien sugirió un posible desplazamiento voluntario de la población. “No es realista pensar que los habitantes de Gaza se irán por voluntad propia. No queremos forzar una reubicación. La propuesta estadounidense asume que la gente empacará sus cosas y se irá”, explicó.
Describió a Gaza como un área con gran potencial, aunque reconoció los desafíos demográficos: “Las playas son excepcionales, nunca vi arena igual, pero no es una fantasía. Allí viven dos millones de palestinos”.
En cuanto al alto el fuego con Líbano, Marom criticó la estrategia israelí: “No entiendo cómo llegamos a aceptar este acuerdo. Una simulación básica de guerra nos habría alertado de la trampa que representa. Nos hemos condicionado a una fecha límite fija”.
Propuso que Israel debería mantener sus posiciones estratégicas hasta que se garantice el cumplimiento del acuerdo de 2006, declarando: “Hasta que haya un mecanismo real de supervisión, no nos retiramos”.
Sobre la influencia de Irán, Marom señaló que Hezbolá es solo un instrumento de sus ambiciones regionales: “Es Irán, no Hezbolá, el verdadero actor. Su estrategia es a largo plazo. En los últimos 60 días, bombardeamos varios objetivos en Líbano, menos en Beirut, y no respondieron porque su enfoque es la paciencia”.
Advirtió además sobre el rearme de Hezbolá tras la retirada israelí: “No podemos evitarlo. Irán es estratégico y perseverante. Esto es una cuestión de ideología y religión para ellos. Cuando volvamos a la frontera, reanudarán la reconstrucción tal como hicieron antes”.