La misión de mantenimiento de la paz de la ONU en la frontera sur de Líbano (UNIFIL) debe estar mejor capacitada para vigilar las violaciones de Hezbolá, afirmaron los funcionarios israelíes el viernes por la tarde mientras recorrían la zona con 12 embajadores y diplomáticos extranjeros.
La gira del viernes del Ministerio de Relaciones Exteriores y las FDI se produce en medio de una campaña israelí y estadounidense para influir en la seguridad de la ONU para ampliar el alcance de las operaciones de la Fuerza Provisional de la ONU en Líbano, antes de la esperada renovación del mandato en agosto de este año.
“El mandato de la FPNUL debe ser plena y efectivamente implementado para asegurar el mantenimiento de la estabilidad regional y prevenir la fortificación de Hezbolá en el sur de Líbano. Esperamos que los estados miembros del CSNU adopten una decisión que permita a la fuerza cumplir su misión sin restricciones”, señaló Avivit Bar-Ilan, quien dirige la Oficina del Ministerio de Relaciones Exteriores para la ONU y las Organizaciones Internacionales.
El general de brigada Shlomi Binder, que comanda la División 91, anunció que “el ejército terrorista de Hezbolá” estaba activo en la frontera en un intento de desestabilizar la región.
Tanto los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores como los de las FDI informaron a los diplomáticos extranjeros sobre la actividad de Hezbolá y subrayaron los peligros de los túneles del terror que Hezbolá había cavado e intentado cavar bajo las fronteras para poder atacar a Israel. La FPNUL ha tenido dificultades para informar a las Naciones Unidas sobre el asunto porque no se le ha concedido pleno acceso a las zonas donde se encuentran las aberturas de los túneles en el sur de Líbano.
Durante la visita, se mostró a los diplomáticos extranjeros las fortificaciones de túneles de Hezbolá en el lado israelí de la frontera.
En una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la FPNUL en mayo, el embajador de los Estados Unidos en la ONU, Kelly Craft, indicó que Hezbolá, “a todos los efectos, dicta a la FPNUL dónde y cuándo puede patrullar”.
Craft también acusó al gobierno libanés de impedir el acceso de la FPNUL a los túneles de terror de Hezbolá situados en la zona de operaciones de la FPNUL y de investigarlos.
“Ahora vemos que la FPNUL tiene prohibido el acceso a los lugares que solía patrullar y se le impide inspeccionar los sitios claramente utilizados para la actividad militar”, añadió Craft.
Entre el primero de noviembre y el 18 de febrero, se impidió a la FPNUL en 13 ocasiones, a veces de forma violenta, llevar a cabo su mandato, insistió Craft.
A pesar de la UNIFIL, Hezbolá se armó, almacenó municiones, cavó túneles para los combatientes terroristas, construyó fábricas para mejorar sus cohetes y utilizó a mujeres y niños como escudos en los ataques a las fuerzas de mantenimiento de la paz de la UNIFIL, concluyó Craft.
La UNIFIL tiene una fuerza de 10 500 soldados de 45 países diferentes. Ha estado vigilando la frontera entre Israel y el Líbano desde 1978, y su mandato se renueva anualmente.