El domingo por la mañana, fragmentos de un misil interceptado cayeron en un parque infantil en Tzur Hadassah, tras ser derribado por los sistemas de defensa aérea de Israel. El misil había sido disparado desde Yemen.
A pesar de las fuertes explosiones, no se activó ninguna alarma en la zona, lo que genera preocupación entre los residentes. Este incidente es uno de varios durante la guerra en los que una interceptación no fue precedida por una sirena de advertencia.
El ataque ocurrió durante la madrugada, y los restos del interceptor cayeron en el parque Keshet, un lugar frecuentado por niños.
Los habitantes de la zona expresaron su inquietud por la falta de advertencia. “Esto podría haber sido un desastre”, comentó un residente. “Los niños juegan aquí todo el tiempo, y si los escombros hubieran caído en otro lugar, podría haber ocurrido algo terrible”.