Las fuerzas de seguridad israelíes detuvieron el lunes por la mañana a dos hombres sospechosos de introducir armas de contrabando en Judea y Samaria desde Jordania, confiscando en el proceso 25 pistolas, según informaron el ejército y la policía.
Según las Fuerzas de Defensa de Israel y la Policía de Israel, las tropas y los agentes detectaron a un hombre sospechoso cerca de la frontera en el norte del Valle del Jordán, antes de que se diera a la fuga en un vehículo.
Tras una persecución por parte de la policía cerca de la aldea palestina de Bardala, se detuvo el coche y se arrestó al hombre junto con otro sospechoso de ayudar en el intento de contrabando. En el vehículo se encontraron dos bolsas con 25 pistolas, según la policía.
La policía dijo que la pareja, ambos palestinos de Judea y Samaria, comparecerían ante el tribunal el martes para una audiencia de prisión preventiva.
En agosto, las FDI dijeron que se había producido un “aumento significativo” de los intentos de contrabando de armas en Israel y Judea y Samaria desde Jordania, contabilizando más de 300 armas incautadas desde principios de año. En 2020 y 2021 combinados, se incautaron 300 armas de fuego a lo largo de la frontera oriental, dijeron las FDI.
Las fuerzas del orden han indicado que las armas introducidas de contrabando desde Jordania suelen venderse a israelíes árabes y palestinos de Judea y Samaria, tanto con fines delictivos como terroristas.
El ejército y la policía han intensificado sus esfuerzos para detener los intentos de contrabando a lo largo de la frontera jordana en el último año.
A diferencia de las otras fronteras de Israel -con Egipto, Líbano y Siria-, su frontera con Jordania está muy abierta, a menudo sin vallas importantes, y está relativamente poco vigilada, lo que la convierte en un canal fácil para el contrabando a gran escala.
Las autoridades han tratado de reprimir cada vez más la proliferación de armas ilegales en la comunidad árabe israelí, que se han utilizado para cometer un número récord de asesinatos en los últimos años.
Según las Iniciativas Abraham, un grupo de presión contra la violencia en la comunidad árabe, el año pasado 125 árabes fueron asesinados en Israel en la violencia comunitaria, un récord histórico. Desde principios de 2022, otros 95 han sido asesinados en incidentes de violencia.