El grupo terrorista islámico Hamás rechazó nuevamente desarmarse, y en cambio amenazó con expandir sus ataques terroristas contra Israel desde Cisjordania (Judea y Samaria).
Se supone que el que primero de diciembre, Hamás debería entregar el control de la Franja de Gaza al gobierno de la Autoridad Palestina, cuya sede se encuentra en Ramallah.
Pero el futuro del brazo armado de Hamás, las Brigada Izz ad Din al Qassam, permanece incierto.
“Las armas de la resistencia son una línea roja y no son tema de discusión”, expresó Khalil al Hayya, subjefe de Hamás en Gaza.
“Esas armas serán trasladadas a Cisjordania para combatir a la ocupación. Es nuestro derecho combatir a la ocupación hasta que se acabe”.
Hamás ha reiterado reiteradamente que busca la destrucción de Israel.
En Judea y Samaria viven alrededor de 400 mil israelíes y aproximadamente tres millones de árabes en la parte controlada por la Autoridad Palestina.
Israel y Estados Unidos han señalado que rechazan todo tipo de acuerdo que conduzca a un gobierno de unidad con Hamás a menos que el grupo islamista se desarme, renuncie al terrorismo y reconozca a Israel.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, ha manifestado que “en los territorios palestinos debe haber una sola fuerza de seguridad”.
Sin embargo, el acuerdo de reconciliación firmado en El Cairo, el 12 de octubre, pasado no especifica cuál será el futuro del brazo armado de Hamás.