Agentes del grupo terrorista libanés Hezbolá han estado acosando a la población israelí en la ciudad fronteriza de Metulla, apuntando con rayos láser a conductores, peatones e incluso casas.
Los residentes también han presentado quejas sobre explosiones y vertidos de aguas residuales cerca de la frontera, lo que ha generado un aumento de las tensiones en la zona.
Las autoridades locales llevaron sus preocupaciones al ejército y a las unidades de vigilancia de la ONU, pero no se tomaron medidas inmediatas.
En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) decidieron actuar por cuenta propia, lanzando bombas fétidas sobre los operadores de láser para detener sus actividades. Estas bombas contienen el mismo material que se utiliza en el “spray mofeta” empleado por la policía israelí contra alborotadores.
La situación en la frontera norte ha seguido siendo tensa, ya que Hezbolá, apoyado por Irán, es sospechoso de estar detrás de un reciente atentado en Israel que dejó a un hombre gravemente herido.
El presunto terrorista fue abatido en la frontera libanesa poco después del ataque, llevando un cinturón de explosivos.
Las autoridades israelíes y la comunidad internacional continúan vigilando de cerca la situación en la frontera entre Israel y Líbano, buscando garantizar la seguridad y la estabilidad en la región.