El Centro Médico Barzilai de Ashkelon ha trasladado su guardería a su refugio antibombas en una de las medidas para hacer frente a las amenazas de seguridad que suponen los cohetes lanzados contra Israel, mientras todo el sistema sanitario se prepara para nuevas amenazas de seguridad. Unos 21 bebés se encontraban en la guardería en la mañana del martes.
En las últimas 24 horas se han lanzado unos 200 cohetes.
Barzilai también está tratando a seis personas heridas por un misil que impactó en un edificio residencial de la ciudad, entre ellas dos niños.
Funcionarios sanitarios y organizaciones de salud se reunieron el lunes para analizar la situación y prepararse para una nueva escalada entre las Fuerzas de Defensa de Israel y Hamás, la organización terrorista que gobierna la Franja de Gaza.
“Tenemos que estar preparados para todo lo que pueda ocurrir en la región del sur y más allá, y estar listos para adaptarnos a cualquier acontecimiento”, afirmó el ministro de Sanidad, Yuli Edelstein.
“El coronavirus nos ha enseñado a todos a coordinarnos ante situaciones complejas y estoy seguro de que también podremos hacer lo mismo en los próximos días”, añadió. “Debemos dar soluciones al personal sanitario ante la cancelación de las clases. Ofreceremos nuestra contribución a la resiliencia nacional de la mejor manera posible”.
El Director General del Ministerio, Chezy Levy, el jefe de la Autoridad Nacional de Emergencias, Yoram Lardo, funcionarios de las Fuerzas de Defensa de Israel, representantes de los proveedores de asistencia sanitaria y de los hospitales se encontraban entre los asistentes a la reunión.
En vista de la crisis, los proveedores de servicios sanitarios Clalit, Maccabi y Leumit han habilitado líneas telefónicas para las personas que necesiten ayuda en caso de emergencia.