Los viajeros enfrentaron notables inconvenientes el domingo debido a las labores de reparación emprendidas por Israel Railways para subsanar los daños ocasionados por un tren de carga a varios cientos de metros de la infraestructura de cables eléctricos la semana anterior. A esto se sumó una huelga nacional que exigía al gobierno terminar la guerra en Gaza, lo que agravó las dificultades.
Israel Railways informó que, durante toda la semana, los pasajeros deberán prever retrasos e interrupciones en los servicios ferroviarios. Según Moshe Jana, director general de la empresa, las reparaciones podrían extenderse por una semana y media, según reportó el canal de noticias 12.
“Se trata de un incidente de gran magnitud, sin precedentes en nuestra experiencia”, declaró un representante de Israel Railways a diversos medios la semana pasada.
La compañía recomendó a los usuarios optar por medios de transporte alternativos y dispuso autobuses sustitutos entre la estación Savidor de Tel Aviv y las estaciones de Haifa el domingo por la mañana, aunque estas rutas también sufrieron demoras debido a bloqueos de carreteras por parte de manifestantes.
Para quienes utilicen los trenes, los pasajeros que viajen entre Jerusalén y Tel Aviv deberán realizar un transbordo en el aeropuerto Ben Gurion, ya que los trenes eléctricos que cubren esta ruta no pueden llegar a Tel Aviv debido a los daños. En su lugar, operarán trenes propulsados por diésel.
Los servicios en las líneas Ashkelon-Binyamina y Beit Shemesh-Netanya finalizarán en Lod, mientras que las estaciones entre Ganei Aviv y Kfar Chabad permanecerán fuera de servicio.
Además, el domingo, la función de búsqueda del sitio web de Israel Railways colapsó debido al elevado número de usuarios que intentaron acceder simultáneamente.
Las interrupciones comenzaron después de que el tren de carga causara daños significativos a la infraestructura durante la noche del jueves al viernes, cerca del cruce de Ganot, al sur de Tel Aviv. Según el sitio de noticias Ynet, Israel Railways investiga las causas del incidente.
Rachel, una residente de Holon, relató a Ynet que su trayecto matutino resultó “sumamente agotador”. “Soy madre soltera con dos hijos, uno de ellos con discapacidad. El tren sufrió un retraso de varios minutos y, al subir, no había asientos disponibles ni apenas espacio para nuestro equipaje”, explicó.
“Es posible que mis hijos deban pasar dos horas en un autobús. ¿Cómo contribuye eso a la liberación de los rehenes? Si lo hace, lo apoyaría, pero no lo creo”, añadió.
Tomer, un soldado que habitualmente viaja desde Tel Aviv a su base cerca de Beersheba en tren, contó a Ynet que, al tomar autobuses, su trayecto de hora y media se extenderá a entre cuatro y cinco horas debido al tráfico. “Llevamos mochilas pesadas y es terriblemente agotador”, afirmó.