A mediados de 2002, cuando Estados Unidos aún se sacudía el trauma de la caída de las Torres Gemelas, la comunidad de inteligencia estadounidense, en colaboración con las agencias de inteligencia israelíes y europeas, frustró un atentado terrorista de Al Qaeda contra varios clubes juveniles de Tel Aviv, informó Ynet.
El atentado estaba en su fase final de planificación y casi listo para ser llevado a cabo, dijo el sitio, añadiendo que los dirigentes de Al Qaeda esperaban que si los ataques se llevaban a cabo, morirían al menos 200 israelíes.
Hasta ahora, solo se sabía que Al Qaeda había realizado un plan significativo para dañar a Israel.
El aviso vino de Ali Soufan, del FBI, que en 2005 estaba a cargo de los archivos de Al Qaeda. Soufan se retiró del FBI en 2005.
En una entrevista publicada el viernes en Yediot Aharonot, Soufan explicó cómo la confesión por sorpresa de que un terrorista buscado llevó a las autoridades de inteligencia a frustrar planes previamente desconocidos para un ataque a gran escala en Tel Aviv.
En junio de 2001, Richard Reid, también conocido como “el terrorista de los zapatos”, llegó a Israel para examinar la posibilidad de hacer estallar un avión de El Al utilizando un dispositivo explosivo colocado en sus zapatos. Reid regresó a sus mandos de Al Qaeda y, a la vista de los procedimientos de seguridad aérea de Israel, recomendó al grupo terrorista que eligiera otro objetivo, que intentó hacer estallar en diciembre.
La inteligencia estadounidense, que se vio muy afectada por los fallos que condujeron al atentado, comenzó a contraatacar. En marzo de 2002, Estados Unidos consiguió atrapar a Zayn al-Abidin Mohammad Hussein, también conocido como Abu Zubaydah, un árabe de la Autoridad Palestina que ingresó y salió de una cárcel israelí, y que posteriormente se unió a los muyahidines en Afganistán, convirtiéndose en un alto cargo de Al Qaeda.
Cuando Abu Zubaydah fue capturado, Soufan fue uno de los primeros en interrogarlo. Soufan intentó publicar sus notas de ese interrogatorio, pero la CIA no lo permitió; la orden de mordaza solo se ha levantado ahora, y la información fue presentada, por primera vez, por Ynet.
Soufan recordó a Ynet: “Cuando capturamos a Abu Zubaydah y fui por primera vez a un interrogatorio en el ‘sitio negro’ donde estaba retenido, lo primero que le dije fue: ‘Eres tan profesional y tan cuidadoso. ¿Qué error crees que cometiste para que tuviéramos éxito en tu captura?’”.
“Abu Zubaydah pensó por un momento y respondió: ‘La respuesta está completamente clara. Los israelíes se apoderaron de nuestros contactos antes de nuestra próxima acción’”.
“Así fue como nos reveló algo de lo que no teníamos ni idea: que estaban planeando un atentado terrorista en varios lugares de Israel, en varios clubes, y calcularon que conseguirían hacer morir a unas 200 personas al mismo tiempo”.
Soufan dijo también que un emisario de Al Qaeda había coordinado el atentado desde Europa, y que estaba previsto que llegara a Israel para dirigirlo. La sorprendente confesión de Abu Zubaydah hizo que se enviaran alertas urgentes a varios servicios de inteligencia, incluidos, obviamente, los de Israel. Se detuvo al comandante y se frustró el atentado.
“Por suerte, logramos detenerlos en el último segundo”, dijo Soufan.