Dos semanas antes del ataque del 7 de octubre, el mayor general Yaron Finkelman, jefe del Comando Sur de las Fuerzas de Defensa de Israel, solicitó a la Dirección de Inteligencia Militar que pusiera en duda la creencia de que el grupo terrorista Hamás se encontraba disuadido de agredir a Israel.
La solicitud también incluyó examinar si los disturbios en la valla fronteriza respondían únicamente a intereses negociadores para mejorar condiciones en un período de calma.
La cadena Canal 12 News reveló hoy que se formó un equipo dentro de la unidad “Abogado del Diablo” de la división de inteligencia, dirigido por el coronel S. Esta unidad tenía la misión de contradecir las suposiciones predominantes sobre la conducta del grupo islamista.
Unos días antes del ataque, el equipo emitió su evaluación. Concluyó que los disturbios promovidos por Hamás en la frontera tenían como único propósito conseguir ventajas políticas y económicas, como la flexibilización de restricciones comerciales y la obtención de permisos de trabajo en Israel.
“Hamás está muy interesado en un acuerdo”, determinó el informe citado por el canal. “No cabe otro escenario”, sentenció el equipo a cargo del análisis, descartando cualquier intención beligerante inmediata por parte del grupo.
Esa conclusión fue adoptada sin objeciones por los distintos niveles del aparato de defensa y seguridad, de acuerdo con el resumen presentado en el reporte.
El informe de Canal 12 no identifica a su fuente. Los documentos oficiales divulgados por las Fuerzas de Defensa de Israel tras los errores del 7 de octubre omiten cualquier revisión sobre la evaluación errónea de las verdaderas intenciones de Hamás.