En un reciente estudio clínico, investigadores de la Universidad de Tel Aviv (TAU) descubrieron un eficaz sustituto tecnológico de los fármacos psiquiátricos para los enfermos de ansiedad social.
La innovadora investigación descubrió que la terapia de recompensa musical basada en la mirada (GC-MART) es tan eficaz para tratar el trastorno de ansiedad social como los ISRS, una familia de medicamentos que incluye el Prozac, el Cipralex y el Wellbutrin, entre muchos otros.
Según la investigación, aproximadamente la mitad de los pacientes que participaron en el tratamiento que desarrolló la TAU experimentaron un alivio de los síntomas.
El profesor Yair Bar-Haim, director del Centro Adler de Desarrollo Infantil y Psicopatología y del Centro Nacional de Estrés Traumático y Resiliencia de la TAU, fue el investigador principal del estudio.
“Tratamiento de modificación del sesgo atencional frente a un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina o control en lista de espera para el trastorno de ansiedad social: un ensayo clínico aleatorizado” fue el tema del artículo que apareció en la revista American Journal of Psychiatry.
TCC, fármacos y ansiedad
Según Bar-Haim, entre el 4% y el 12% de las personas sufrirán un trastorno de ansiedad social en algún momento de su vida. “Las personas que padecen este trastorno suelen evitar los entornos sociales, lo que supone un gran coste para sus relaciones, carreras y finanzas”.
Los medicamentos ISRS como Cipralex y la terapia cognitivo-conductual (TCC) son actualmente los dos tipos de tratamiento disponibles para los pacientes en los campos de la psicología y la psiquiatría. La TCC requiere de 12 a 20 citas con un psicólogo clínico titulado, un trabajador social u otro profesional sanitario cualificado.
Durante estas sesiones, se reducen los síntomas de ansiedad exponiendo gradualmente a los pacientes a sus causas. La TCC es una terapia compleja que, a pesar de su eficacia, con frecuencia hace que los pacientes abandonen la atención porque exige que los pacientes se enfrenten a sus peores miedos y requiere la presencia de un terapeuta altamente cualificado.
Muchos pacientes recurren a la medicación porque la TCC es difícil, cara y de difícil acceso, según Bar-Haim.
Estudios en la TAU
Los científicos de la TAU han creado ahora una tercera opción, rápida y sencilla de utilizar, y que parece ser tan eficaz como los medicamentos psiquiátricos.
Teniendo en cuenta lo sencillo que resulta el tratamiento para el paciente, cabe esperar una tasa de abandono significativamente menor.
Para el ensayo clínico se dividió a 105 adultos israelíes con trastorno de ansiedad social en tres grupos: un grupo que recibía medicación ISRS, en este caso Cipralex; un segundo grupo que recibía GC-MART; y un grupo de control.
Alrededor del 50% de los pacientes que recibieron la nueva terapia experimentaron una mejora sustancial de sus síntomas tras 10 sesiones de entrenamiento de 30 minutos, un resultado comparable al observado en los pacientes que tomaban Cipralex.
Terapia y música
Según Bar-Haim, “la terapia que desarrollamos se basa en el seguimiento ocular combinado con una recompensa musical”.
A los pacientes se les muestra una simulación generada por ordenador de un público, además de la música que eligen, que incluye música israelí, clásica, hip hop y otros géneros.
Las personas con trastorno de ansiedad social suelen fijarse en expresiones faciales amenazadoras o con el ceño fruncido, las identifican rápidamente y son incapaces de apartar la mirada.
En consecuencia, suelen percibir a la multitud o las circunstancias sociales como hostiles, desfavorables o críticas. Por otro lado, las personas sin trastorno de ansiedad social tienden a concentrarse en las caras felices o neutras de una multitud.
En la terapia novedosa, la música elegida por el paciente ofrece una retroalimentación alentadora para centrar la atención de forma “normal” en las expresiones faciales de la multitud en la pantalla.
Mediante el entrenamiento, el enfoque sesgado del paciente se normaliza gradualmente y sus síntomas remiten. Incluso los caninos que han sufrido traumatismos son tratados con el fármaco.