El Ministerio de Sanidad afirmó el miércoles que no se ha podido establecer ninguna relación entre la reciente muerte súbita de una adolescente y su consumo de dipirona, un analgésico prohibido en Estados Unidos.
Liron Jajati, de 19 años, falleció el pasado martes después de que los médicos del Centro Médico Wolfson no pudieran salvar su vida, debido al rápido deterioro de su estado. Según informan los medios de comunicación en lengua hebrea, la adolescente había ingresado en el hospital horas antes en estado crítico después de haber tomado dipirona (conocida en Israel como optalgin) para tratar una fiebre, lo que desató las especulaciones de que había sufrido un raro efecto secundario del medicamento.
“Investigamos las circunstancias del desafortunado caso de la muerte de la joven en estrecha relación con la toma de optalgin (dipirona) y la evaluación de los expertos fue que es imposible vincular el incidente a la toma del medicamento”, dijo el ministerio en un comunicado.
“El Departamento de Gestión de Riesgos de la División de Farmacia realiza un seguimiento regular y estrecho de los efectos secundarios y de la información sobre seguridad de los medicamentos procedentes de Israel y del mundo, incluidos los que contienen dipirona, y sigue manteniendo debates sobre la evaluación de los riesgos y beneficios con el fin de garantizar la salud pública”, añadió.
La semana pasada, los padres de Jajati declararon a las noticias del Canal 13 que su hija estaba por lo demás sana, pero que había enfermado de una infección inflamatoria. Acudió al hospital Wolfson, donde los médicos le aconsejaron que tomara optalgin cada cuatro horas, según fuera necesario, y la enviaron a casa, dijeron. Jajati tomó el medicamento durante cinco días seguidos y luego su estado se deterioró rápidamente. Volvió al hospital, pero tras un mayor deterioro, murió.
El director de la sala de urgencias del Wolfson Medical Center, Arie Soroksky, declaró a la cadena que cuando Jajati llegó su sistema inmunitario no funcionaba y los análisis de sangre revelaron que tenía “cero glóbulos blancos, lo que indica la destrucción de la médula ósea”.
El director describió su muerte como “innecesaria” y dijo que el optalgin es “conocido como un medicamento problemático”, pero también señaló que, por lo que sabía del caso, no había ninguna conexión entre el medicamento y la muerte de Jajati, y que ésta falleció por una infección grave que requería algo más que antibióticos.
El principio activo de la dipirona puede reducir el recuento de glóbulos blancos hasta niveles peligrosos, una condición conocida como neutropenia.
Teva, que fabrica optalgin, dijo en el momento de la muerte de Jajati que sólo conocía el caso por los medios de comunicación. “En ausencia de información médica certificada por el Ministerio de Sanidad, el hospital o los médicos, no podemos hacer ningún comentario sobre el incidente”, dijo a Canal 13.
“Nos gustaría subrayar que la dipirona, el ingrediente activo de optalgin, se ha vendido en Israel y en muchos países durante décadas y muchos millones de pacientes lo utilizan, cada año, para tratar el dolor con seguridad y eficacia”.
Teva señaló que optalgin satisface las normas más estrictas del Ministerio de Sanidad, así como de muchos otros reguladores sanitarios internacionales.
En muchos países, sin embargo, los medicamentos basados en la dipirona están prohibidos o restringidos, de modo que sólo pueden obtenerse con receta médica.
Se calcula que uno de cada 1,5 millones de usuarios de este medicamento sufrirá complicaciones, y hasta un 10% de esos casos acabará en la muerte.
Optalgin se puede adquirir sin receta en las farmacias israelíes a un precio de unos 34 NIS (9,50 dólares).