Los investigadores de incendios ven cada vez más indicios de que el enorme incendio de esta semana en las colinas de Jerusalén fue provocado, según un informe de Kan news.
La cadena dijo que los investigadores habían encontrado pruebas forenses sobre el terreno que podrían estar relacionadas con la causa del incendio.
Mientras tanto, la agencia de seguridad Shin Bet está ayudando a la policía en su investigación sobre el incendio, lo que sugiere que hay sospechas de un posible motivo nacionalista.
El enorme incendio quemó unos 25.000 dunams (6.200 acres) de bosque en las afueras de Jerusalén entre el domingo y el martes. Más de 2.000 personas fueron evacuadas de sus hogares. Varias casas fueron destruidas, aunque las comunidades se salvaron en gran medida.
Los bomberos creían haber conseguido contener las llamas el domingo por la noche, pero los fuertes vientos de la mañana y la baja humedad del lunes hicieron que las llamas volvieran a rugir y se dirigieran a toda velocidad hacia los pueblos y ciudades de las colinas de la periferia suroeste de Jerusalén, lo que llevó al gobierno a solicitar ayuda internacional. El martes, los jefes de los bomberos dijeron que la ayuda ya no era necesaria.
El Servicio de Incendios y Rescate dijo que, durante las 52 horas de batalla, las fuerzas se enfrentaron a siete focos y que 200 unidades compuestas por 1.500 bomberos habían participado en los esfuerzos.
Las autoridades han pronosticado que el proceso de rehabilitación puede llevar décadas.
El miércoles, las noticias del Canal 13 informaron de que las autoridades creían que el incendio había sido provocado, ya que se encendió en dos lugares diferentes cerca de Beit Meir, en una zona en la que no se ven muchos excursionistas y en la que no se han encontrado objetos que pudieran haber iniciado el fuego por accidente.
El jueves se reanudaron algunos incendios en la zona. Varios equipos de bomberos acudieron a sofocar las llamas.