El gabinete de seguridad de alto nivel aprobó fondos adicionales para seguir construyendo la barrera de seguridad de Judea y Samaria, informó el domingo la Oficina del primer ministro.
Según un comunicado, los ministros votaron por unanimidad la asignación de 300 millones de NIS (unos 93 millones de dólares) para construir 40 kilómetros de barreras a lo largo de la llamada línea de separación.
La medida se produce después de que el terrorista que recientemente mató a cinco personas en Bnei Brak entrara en Israel a través de una brecha en la barrera, y los funcionarios de seguridad sospechan que el asaltante palestino que mató a tiros a tres personas en Tel Aviv el jueves hizo lo mismo.
“Combatiremos el terror con todas las herramientas disponibles y ganaremos”, tuiteó el primer ministro Naftali Bennett tras la reunión del gabinete.
Según el Ministerio de Defensa, el dinero financiará un tramo de 40 kilómetros (25 millas) de la barrera desde la zona de Salem, en el norte de Judea y Samaria, hasta la región israelí de Bat Hefer.
“La barrera estará compuesta por hormigón, equipos de protección y componentes tecnológicos adicionales. Tendrá hasta 9 metros de altura y sustituirá a la valla que se construyó hace unos 20 años”, dijo el ministerio, añadiendo que tiene previsto comenzar las obras en las próximas semanas.
Altos funcionarios de seguridad dijeron a los medios de comunicación hebreos que creen que el terrorista de Tel Aviv cruzó a Israel a través de un agujero en la barrera de seguridad cerca de Jenin, a pesar de que los militares fortificaron recientemente la valla en esa zona.
La barrera de seguridad de Judea y Samaria fue sugerida por primera vez en la década de 1990 por el difunto primer ministro Isaac Rabin, que la veía como una forma de separar a Israel de los palestinos. Pero el proyecto nunca se materializó debido a la oposición interna.
Solo durante la Segunda Intifada, cuando Israel luchaba contra las oleadas de atentados suicidas y otros ataques terroristas procedentes de Judea y Samaria, se reactivó la idea y se puso en marcha.
Muchos atribuyen a la barrera haber contribuido a poner fin a ese levantamiento, que duró de 2000 a 2005, aunque de su recorrido previsto de 708 kilómetros (440 millas), solo se ha completado el 62 % hasta 2022.
Sin embargo, la seguridad no llegó sin controversia, ya que el muro provocó manifestaciones locales y condenas internacionales por su recorrido, que serpentea hacia Judea y Samaria a través de campos palestinos incautados y a veces separa a los agricultores de sus tierras.
Alrededor del 85 % de la barrera discurre dentro de Judea y Samaria, mientras que el 15 % restante discurre a lo largo de la Línea Verde -la línea de alto el fuego anterior a 1967 que delimita Israel de Cisjordania– y dentro del territorio israelí. En total, se calcula que la barrera ha costado al país unos 9.000 millones de NIS (2.800 millones de dólares), según el Centro de Investigación e Información de la Knesset.
En la mayor parte de su recorrido, la barrera consiste en una valla de malla metálica equipada con cámaras de vigilancia y otros sensores, protegida por alambre de espino y una zona de exclusión de 60 metros de ancho. En las zonas más urbanas -incluidos los alrededores de Jerusalén y Belén- la barrera no es una valla, sino un muro de hormigón de entre ocho y nueve metros de altura.
Sin embargo, en los últimos años se ha acusado a Israel de hacer aparentemente la vista gorda ante las brechas en la barrera que son utilizadas diariamente por miles de trabajadores palestinos para entrar ilegalmente en Israel.
Los analistas afirman que la política tácita de Israel ha sido permitir la entrada de tantos trabajadores palestinos en Israel como sea posible para evitar las dificultades económicas que pueden llevar a la desesperación y crear terroristas.