El gobierno israelí dio luz verde al plan del ministro de Defensa, Israel Katz, para erigir una barrera de seguridad avanzada en la frontera oriental con Jordania. La iniciativa incluye medidas para consolidar la presencia de Israel en el Valle del Jordán, con el objetivo de contrarrestar amenazas externas.
La construcción, que arrancará en junio, abarcará 425 kilómetros desde Hamat Gader, en el norte, hasta Samar Sands, cerca de Eilat. Con un presupuesto de 5.200 millones de shekels (1.400 millones de dólares), el proyecto se completará en tres años. La barrera combinará una estructura física con sensores de última generación, unidades militares móviles y centros de comando.
Para fortalecer la zona, el plan contempla la creación de “centros nacionales de misión”. Estos incluirán academias premilitares y programas de servicio nacional, diseñados para disuadir actividades iraníes que buscan introducir armas en Israel y establecer un frente terrorista desde Jordania.
Katz calificó la barrera como “un paso estratégico crucial” para frenar los intentos de Irán de transformar la frontera en un escenario de conflicto. “Esta medida protegerá la seguridad nacional, consolidará el dominio de Israel en el Valle del Jordán y garantizará la soberanía del país en el futuro, al tiempo que frustra los planes iraníes de desestabilización”, afirmó.
Los trabajos comenzarán en dos tramos prioritarios de 80 kilómetros en total, mientras se avanza en la planificación del resto del proyecto. Un equipo interministerial, liderado por el general de división (res.) Amir Baram, director general del Ministerio de Defensa, supervisa la coordinación de la iniciativa.